George Clooney: Mis hijos tienen una vida ‘mucho mejor’ criándose en Francia que en Los Ángeles

George Clooney explicó que su decición de vivir en Francia se debió al deseo de darle a sus hijos un mejor comienzo en la vida del que tendrían si se quedaran en los Estados Unidos.

El actor de 64 años, que tiene gemelos de ocho años, Ella y Alexander, con su esposa, la abogada de derechos humanos Amal Clooney, dio una larga entrevista a la revista estadounidense Esquire mientras estaba en su villa italiana en el Lago de Como.

“Vivimos en una granja en Francia,” dijo. “Una buena parte de mi vida transcurrió en una granja, y de niño odiaba toda la idea. Pero ahora, para [los gemelos], es como que… no están en sus iPads, ¿sabes? Cenan con adultos y tienen que llevar sus platos a la cocina.”

“Tienen una vida mucho mejor. Me preocupaba criar a nuestros hijos en Los Ángeles, en la cultura de Hollywood. Sentía que nunca iban a tener una oportunidad justa en la vida. En Francia… a la gente básicamente no le importa la fama. No quiero que anden por ahí preocupados por los paparazzi. No quiero que los comparen con los hijos famosos de otros.”

El padre de Clooney, Nick, que ahora tiene 91 años, era presentador de noticias en la televisión local de Cincinnati. El actor reflexionó que la gran diferencia de edad entre él y sus propios hijos hace que sea más difícil hacer comparaciones similares.

“Lo único por lo que me siento afortunado es que soy mucho mayor, así que la idea de que mi hijo sea comparado conmigo es bastante improbable, porque para cuando él haya logrado algo, yo ya estaré comiendo pan molido.”

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También habló de su deseo de que sus hijos sean autosuficientes, animándolos a ayudar en el terreno y viendo sus habilidades arreglando cosas, como una correa de ventilador (usando un par de medias de su esposa), una máquina de café y la cubierta automática de la piscina. “Para mí es importante que sepan sobrevivir,” afirmó.

Clooney dijo que su experiencia en Broadway este año, en una versión teatral de la película de 2005 *Good Night, and Good Luck*, fue mucho más estresante debido a su edad.

“A medida que envejeces, no importa cuántas barras de granola comas; tu cerebro se bloquea,” comentó. “Tenía muchos monólogos largos y temía equivocarme. Así que cada noche, durante 100 funciones, repasaba la obra completa en el camerino antes de salir al escenario. Estaba aterrorizado.”

Clooney está actualmente promocionando *Jay Kelly*, la película de Noah Baumbach en la que interpreta a una estrella de cine muy parecida a él, que reevalúa su vida antes de recibir un homenaje por su trayectoria. Dijo que hacer esta película también le hizo reflexionar sobre los altibajos de su propia carrera y el impacto que tuvo en su salud y su familia.

Contó a Esquire que, aunque nunca fue adicto al alcohol, tuvo “etapas en las que me ponía bastante alegre cada noche” y también que probó la cocaína a principios de los años ochenta.

“En ese momento, pensabas: ‘No, esto no es como la heroína. No es adictiva.’ Pero luego te dabas cuenta: ‘Oh, bueno, en realidad es bastante jodidamente mala.’ Además, siempre estaba cortada con manitol. El laxante para bebés. Todo el mundo esnifaba una raya y luego iba a cagar.”

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Ver clásicos del cine de la misma época con su esposa también le hizo reevaluar esos años, recordó una vez que vieron *Animal House*, una película que para él “no tiene igual.”

“Ella dijo: ‘Bueno, vamos a verla.’ Yo le dije: ‘No sé si seguirá siendo buena.’ En la primera escena, una chica de 13 años se desmaya y el diablo aparece en el hombro del chico y le dice: ‘¡Fóllatela!’ Y mi esposa me miraba como diciendo: ‘¿Estás de broma?’ Y yo pensaba: ‘¡Dios mío, esto es terrible!’”