El faro de Garrucha ha sido preservado con éxito.
Crédito de la foto: Autoridad Portuaria de Almería
GARRUCHA ha logrado salvar una de las piezas más sentimentales de su historia: un faro que ha estado en funcionamiento durante 145 años. Aunque los lugareños no pudieron revertir la propiedad de los terrenos aledaños al faro, la torre vigía en sí, un emblema de la orgullosa y sentimental historia de Garrucha, será instalada como atracción turística en el nuevo paseo marítimo, diseñado entre el Castillo de Jesús Nazareno, una estructura histórica del siglo XVIII.
La batalla por el terreno del faro
El faro se encontraba en terrenos pantanosos en Villaricos y tuvo su primer torrero en 1881, enfrentándose al mar y guiando a los marineros a través de generaciones de residentes de Garrucha. Tras el desarrollo del municipio de La Gamba Roja, el faro quedó oculto, lo que imposibilitó que la instalación siguiera funcionando como señal marítima. Cesó oficialmente sus operaciones en 2021 y fue reemplazado por el faro de Mojácar, instalado en el Cerro del Moro Manco.
El municipio de Garrucha había cedido el terreno en traspaso gratuito a un organismo nacional hace más de 100 años. Ahora, dicho organismo ya no existe y ha sido absorbido por la Autoridad Portuaria de Almería, la cual reclama la propiedad del terreno.
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El terreno sobre el que se alzaba el faro, una parcela de 4.522 metros cuadrados, será subastado por la Autoridad Portuaria de Almería y, debido a su codiciada ubicación (muy cerca de la deslumbrante playa), varios grupos están interesados en el desarrollo de un hotel o un futuro complejo residencial.
Aunque Garrucha ha perdido la propiedad del solar del faro, la estructura en sí ha sido trasladada y será conservada para que visitantes y lugareños puedan disfrutarla durante muchos años venideros.
Torreros: una profesión en extinción en Almería
Quedan pocos fareros en Almería, especialmente desde la jubilación de Mario Sanz, quien trabajó durante 33 años como torrero en Mesa Roldán, ubicada en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. El faro, que también alberga un museo de curiosidades históricas, es una de las pocas estructuras que perduran, y para los almerienses es de suma importancia preservar las historias de estas increíbles edificaciones y sus fascinantes relatos marítimos.
Solo un puñado de torreros sigue activo en toda la región de Andalucía, particularmente en Chipiona, Estepona y Cabo de Gata.