“Right Care, Right Person” (RCRP) es un método para evitar la “participación innecesaria de la policía en la atención de salud mental”.
Según este sistema, la policía solo responderá a llamadas si existe un “riesgo inmediato para la vida” o un “riesgo inmediato de daños graves”.
Pero la jueza forense principal Joanne Kearsley dijo que “se tomó la decisión de no realizar ninguna comunicación pública proactiva” en relación con RCRP.
Dijo que esto ocurrió “tanto a nivel nacional como regional,” y añadió: “Como resultado, el público que tiene preocupaciones importantes por la vida de sus familiares puede no buscar ayuda tan rápido como podrían, operando bajo el error de que habrá una respuesta rápida de los servicios de emergencia”.
La Sra. Kearsley presentó un informe para prevenir futuras muertes después de la investigación de Katie Overd en la Corte del Forense de Rochdale.
Dijo que Katie Overd tenía un “historial médico complejo” que incluía “síndrome de fatiga crónica y fibromialgia”.
Esto le impedía salir de su piso en el primer piso y toda su compra y medicación tenían que ser entregadas a domicilio.
La Sra. Kearsley dijo que desde 2010, Katie había desarrollado una adicción a los opioides, gabapentinoides y benzodiacepinas “debido a años de prescripción inapropiada de dosis muy altas”.
Un nuevo médico de cabecera intentó reducir su consumo en 2020, pero “esto fue extremadamente difícil dada su adicción en ese momento”.
El 20 de marzo de 2025, la familia de Katie no pudo contactar con ella – su madre la llamó 30 veces desde la 1 p.m. sin obtener respuesta.
Su familia fue a su piso – pero estaba cerrado con la llave puesta por dentro de la puerta principal.
Se llamó a la Policía del Gran Mánchester (GMP) alrededor de las 8:31 p.m., pero se le aconsejó a la familia que llamara a la ambulancia “ya que se consideró que era una necesidad médica”.
La Sra. Kearsley dijo: “El operador que recibió la llamada no hizo la pregunta inicial sobre si su preocupación era un riesgo para la vida.
“Sin embargo, no hay duda de que la familia estaba expresando una preocupación por la vida de Katie”.
La familia tuvo que explicar la situación otra vez al Servicio de Ambulancias del Noroeste (NWAS) y les dijeron que enviarían una ambulancia en un plazo de dos horas.
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La Sra. Kearsley dijo: “Dado el consejo recibido y su nivel de preocupación, la familia contactó con un cerrajero y entraron en la casa de Katie, encontrándola fallecida a las 21:55 horas.
“Quedó claro por la evidencia articulada de la familia que su entendimiento y creencia sobre qué hacer en tal crisis era contactar con los servicios de emergencia, quienes responderían rapidamente.
“En primer lugar, ellos pensaban que debían llamar a la policía, esto se debía tanto a su experiencia como a una opinión pública general.
“Esto significó que luego tuvieron que repetir la misma llamada de 7 minutos cuando se les aconsejó llamar al NWAS”.
Concluyó que la muerte de Katie a los 46 años se debió a una combinación de toxicidad farmacológica fatal y enfermedad cardíaca isquémica.
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La Sra. Kearsley dijo que si la familia hubiera estado consciente del proceso RCRP, habrían podido llamar al cerrajero a las 8:31 p.m. y entrar al piso más pronto.
Añadió: “Aunque en este caso no había evidencia de que esto hubiera prevenido la muerte de Katie, en otros casos una entrada más temprana a las propiedades podría salvar vidas”.
Su informe fue enviado al Director Ejecutivo del Colegio de Policía y a la Junta de Asociación Estratégica de RCRP, con copias también enviadas a la familia de Katie, GMP y NWAS.
