Un futbolista inglés profesional ha sid identificado como el hombre que lanzó una silla a una mujer durante una violenta pelea junto a la piscina en Ibiza.
Kian Harratt, jugador del Oldham Athletic de la League Two, fue grabado arrojando una silla de plástico que golpeó a una turista y la hizo caer al suelo durante el altercado en el hotel Marco Polo de San Antonio.
El impactante vídeo, visto miles de veces en redes sociales, muestra a varias personas forcejeando y resbalando en los azulejos mojados mientras la violencia escalaba en la zona de la piscina.
Aunque alega que fue accidental y se disculpó después, el delantero de 22 años pareció disfrutar de la notoriedad al compartir el vídeo en sus redes junto a fotos de fiesta con amigos en Ibiza.
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Uno de sus acompañantes etiquetó a Harratt, autor del gol decisivo en la final de playoffs del Oldham en Wembley, en una publicación describiendo el viaje como "los mejores 5 días de mi vida". El futbolista, por su parte, lo calificó como "las mejores vacaciones de mi vida por kilómetros".
La pelea ocurrió junto a un cartel de "Good Vibes Only", en un giro irónico, con el jingle de Jet2Holidays sonando de fondo.
El Instagram del hotel compartió el vídeo con el pie: "Sí, voló una silla… pero también los buenos rollos. Solo en Marco Polo."
Tras las críticas de aficionados exigiendo su expulsión del fútbol, Harratt defendió sus actos en un extenso post, alegando que protegía a un amigo de 18 años de un "matón de 1,98m" que lo había noqueado y pateado en el suelo.
En su mensaje, escribió: "Para los que han visto el vídeo donde lanzo una silla ‘SIN RAZÓN’, este es el tipo que empezó todo, y era el peor personaje que puedan imaginar."
Aseguró que el hombre hostigaba a parejas jóvenes en la piscina y que, tras un chapuzón juguetón de su amigo, el sujeto lo golpeó y pateó en el suelo.
"Me tiraron una silla, la recogí y la devolví, golpeando accidentalmente a la mujer," explicó, admitiendo que ella "cayó algo fácil" pero que se sentía "muy apenado."
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Harratt, fichado por el Oldham en 2024, insistió en que solo defendía a su amigo: "Como haría cualquiera. Me sentiría peor si lo dejamos solo."
Sin embargo, su explicación no calmó la ira de los aficionados, que exigen su expulsión del fútbol.
"Gente así no merece jugar. Jóvenes se esfuerzan por ser futbolistas y aparecen imbéciles como él," escribió un fan. Otro lo llamó "héroe de Wembley y campeón de lanzamiento de sillas 2025."
El incidente ha reavivado dudas sobre su futuro en el fútbol profesional, con peticiones de sanciones del club y la federación.
El Oldham Athletic no ha comentado al respecto.
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