Fusileros colombianos y su ‘peludo batallón’: el consuelo canino en el servicio

BOGOTÁ. Colombia (AP) — En el Hospital Militar Central de Bogotá, una unidad inusual patrulla los pasillos con una misión diferente a la de cualquier otro batallón: levantar el ánimo de los soldados heridos en combate.

Kratos, Rafa y Lupa forman la llamada “fuerza peluda”, un grupo de perros de apoyo emocional que visitan a los militares que se recuperan después de ser lesionados en enfrentamientos con los grupos armados ilegales de Colombia.

Uno por uno, los tres perros entran en la habitación del Sargento Segundo Jeisson Sánchez Duque, quien recibió un disparo durante un combate en la provincia noroccidental de Antioquia. Kratos, el perro más veterano, lo saludó con una pata después de recibir unas golosinas. Luego, Lupa se acostó en el suelo y Sánchez la cepilló mientras él permanecía sentado debido a su lesión de espalda.

“Es algo diferente… te olvidas del dolor y te concentras en los perros”, dijo Sánchez a The Associated Press.

Los soldados todavía luchan contra las cicatrices de un conflicto de décadas en Colombia que resultó en 450.000 personas muertas y forzó a 7 millones a huir de sus hogares. A pesar de un acuerdo de paz en 2016 entre el gobierno y el grupo guerrillero más grande del país, las FARC, varios grupos armados todavía operan en Colombia. Estos grupos, incluyendo algunos que se separaron de las FARC, se disputan los territorios que las FARC dejaron y las valiosas economías ilícitas que existen allí, como el narcotráfico.

Lanzado en abril de 2024 después de una visita de una organización de cuidado animal, el programa tiene como objetivo brindar apoyo psicológico y facilitar la recuperación de los soldados que enfrentan tanto cicatrices físicas como emocionales, incluyendo amputaciones por minas antipersonal y lesiones por drones que lanzan explosivos.

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Según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), los incidentes con artefactos explosivos en Colombia aumentaron un 94% entre enero y julio comparado con el mismo periodo de 2024. El hospital también ha notado un aumento en pacientes que han sido heridos por explosivos lanzados por drones.

Kratos fue donado por la Fuerza Aérea, después Rafa por el Ejército y luego dos perros más fueron donados por los médicos del hospital.

El programa desde entonces se ha expandido para permitir a los pacientes traer sus propios perros y ofrecer pausas de bienestar para el personal.

“(Los perros) muestran un beneficio en la recuperación del paciente, respaldado por cambios fisiológicos que ocurren durante las interacciones, que podríamos ver como recreativas, pero en este caso, son terapéuticas para los pacientes”, explicó a la AP Eliana Patricia Ramírez, la subdirectora médica del hospital.

Para el soldado Luis Miguel López, que perdió parte de su pierna por una mina en Puerto Valdivia en la provincia de Antioquia, las visitas de los perros ayudaron a romper la depresión que sentía mientras estaba en el hospital.

La experiencia también le recordó a Goma, un perro antiexplosivos que salvó a su unidad varias veces antes de morir por una explosión.

“Estaba muy deprimido en mi habitación, porque estaba encerrado ahí. Mi esposa me daba apoyo pero no era lo mismo”, dijo.

“Cuando esos perros entran, te cambian porque traen alegría.”

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