Un exjefe de policía conocido como el "Diablo de los Ozarks" pasó meses planeando su escape de una prisión en Arkansas. Según un informe interno, la seguridad floja en la cocina donde trabajaba le permitió juntar los suministros necesarios.
El Departamento de Correcciones de Arkansas investigó la fuga de Grant Hardin el 25 de mayo de la prisión de Calico Rock. El informe, obtenido por The Associated Press, explica con detalle cómo planeó su escape y los fallos que lo hicieron posible.
Hardin fue capturado el 6 de junio, cerca de la prisión. Los perros rastreadores pudieron seguir su olor a casi 2 kilómetros al oeste. Al principio, se creyó que había huido del estado.
Las autoridades usaron perros, drones y helicópteros para buscarlo en las montañas del norte de Arkansas, pero la lluvia complicó la operación.
Hardin escapó disfrazado con un uniforme falso que diseñó en la cocina de la prisión. Usó rotuladores negros y ropa vieja para imitar el atuendo policial, incluso hizo una placa con una tapa de lata. Según el informe, escondía los materiales en un cubo de basura porque nadie lo revisaba.
Dos empleados fueron despedidos: uno por dejarlo solo en el muelle de carga y otro por abrirle la puerta sin verificar su identidad. Varios más fueron suspendidos.
Hardin dijo que no tuvo ayuda de nadie y que la seguridad en la cocina era muy relajada. Construyó una escalera de madera, pero al final no la necesitó.
Tras escapar, sobrevivió con comida robada de la prisión y agua de su máquina CPAP. También bebió agua de un arroyo y comió bayas, huevos de pájaro y hormigas. Su plan era esconderse seis meses antes de irse al oeste.
Antes de ser encarcelado, Hardin fue jefe de policía en Gateway, Arkansas. Se hizo famoso por el documental "El Diablo de los Ozarks".
En 2017, confesó el asesinato de James Appleton y recibió 30 años de prisión. Luego, su ADN lo vinculó con una violación de 1997, por lo que recibió 25 años más.
El informe critica la falta de revisión de su nivel de seguridad desde 2019. Tras su captura, lo trasladaron a una prisión de máxima seguridad.
Las autoridades quitaron las cerraduras eléctricas de las puertas para evitar escapes futuros y propusieron más cámaras en zonas ciegas.
Un senador criticó que el informe solo se enfocó en el error final y no en los problemas previos.
El juicio de Hardin por el escape está programado para noviembre.
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