DAMASCO – Fuerzas israelíes en el sur de Siria asaltaron una aldea y abrieron fuego cuando fueron confrontados por residentes el viernes, matando al menos a 10 personas, según informaron medios de comunicación y funcionarios sirios. Esto ocurre mientras Israel lucha en varios frentes y el frágil alto el fuego en Gaza continúa.
La agencia de noticias estatal siria SANA declaró que las fuerzas israelíes entraron en la aldea de Beit Jin con el objetivo de detener a hombres locales y abrieron fuego intenso tras las protestas de los residentes. Decenas de familias huyeron de la zona.
Israel dijo el viernes que realizó una operación siguiendo información de inteligencia para capturar a sospechosos de Jamaa Islamiya, o Grupo Islámico, que operaban en Beit Jin para atacar a civiles israelíes. Durante el asalto, varios militantes dispararon contra las tropas israelíes, hiriendo a media docena de soldados que fueron evacuados a un hospital, según declaró el ejército.
Las tropas israelíes dispararon contra los militantes y también respondieron con apoyo aéreo, dijo el ejército. Afirmó que la operación había concluido, todos los sospechosos fueron capturados y varios militantes resultaron muertos.
Israel ha visto con recelo a las nuevas autoridades en Siria desde la caída del ex presidente Bashar Assad en una ofensiva relámpago liderada por insurgentes islamistas en diciembre de 2024. Desde la caída de Assad, las fuerzas israelíes han tomado una zona de amortiguamiento, antes patrullada por la ONU, en el sur de Siria establecida bajo un acuerdo de separación de 1974. Israel ha lanzado cientos de ataques aéreos contra objetivos militares sirios y ha presionado para crear una zona desmilitarizada al sur de Damasco.
Los dos países, que no mantienen relaciones diplomáticas, han estado negociando un posible acuerdo de seguridad para reducir la tensión.
Los funcionarios sirios han condenado las incursiones israelíes como una violación de la soberanía de Siria, pero no comentaron de inmediato sobre el asalto del viernes.
Un funcionario local de la aldea, Walid Okasha, dijo a The Associated Press que los fallecidos eran civiles y que uno de ellos había celebrado su boda el día anterior.
"La situación es miserable", declaró.
En un asalto anterior en Beit Jin en junio, las fuerzas israelíes capturaron a varias personas que, según ellos, eran miembros de Hamás —una caracterización que los residentes disputan— y mataron a un hombre cuya familia dijo que tenía historial de esquizofrenia.
Los conflictos continuos en la región han aumentado la preocupación de que la inestabilidad podría extenderse y socavar la frágil tregua en Gaza.
Las muertes en Siria siguieron a una serie de ataques de la fuerza aérea israelí en partes del sur del Líbano el jueves. Israel dice que sus ataques continuos tienen como objetivo impedir que Hezbolá se reconstruya después de que una guerra devastadora el año pasado terminara con un alto el fuego.
La ONU dijo el martes que Israel había matado al menos a 127 civiles, incluidos niños, en sus ataques contra el Líbano desde el alto el fuego hace un año. La situación escaló a principios de esta semana con un ataque inusual en la capital libanesa, Beirut, que mató a un alto funcionario de Hezbolá a quien Israel describió como el jefe de estado mayor del grupo.
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