Una inmigrante británica relata el aterrador momento en que una explosión en un bar sacudió su vecindario en España, describiéndolo como "un ataque terrorista" en medio del caos desatado.
Lisa, de 51 años, estaba en su cocina en San Pedro del Pinatar (Mar Menor) cuando ocurrió la explosión en un bar el 19 de junio, dejando dos mujeres muertas y alrededor de 20 heridos.
"Sonó como un atentado, como si hubiese estallado una bomba", contó la trabajadora inmobiliaria al Olive Press.
"Fue un ruido realmente aterrador. Todos saltamos del susto, sin tener ni idea de qué acababa de pasar."
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La explosión ocurrió dentro de un bar en Murcia el 19 de junio. Foto: X / @ORMurcia
El estallido tuvo lugar en la zona de Lo Pagán mientras se celebraba el mercadillo semanal en la Avenida Salvillo, con dos puestos afectados de lleno por la detonación.
Lisa, que vive en la misma calle, salió corriendo y se encontró con escenas de devastación.
"Y de repente, caos, puro caos", relató. "La gente gritaba y a mí me parecía que estábamos bajo ataque."
La residente británica describió ver "sangre, sangre por todas partes, gente cubierta de cristales" mientras los servicios de emergencia llegaban al lugar.
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Vecinos afirmaron que el bar, Casa Javi, tenía mala reputación. Foto: X / @ORMurcia
"Había verduras destrozadas, trozos de metal… Parecía que hubiese explotado una bomba. Literalmente."
La turista británica Debbie Cook estaba comprando en el mercadillo cuando ocurrió la explosión.
"Parecía que una bomba había estallado a mi alrededor", dijo, recordando cómo la onda expansiva la lanzó hacia adelante mientras vidrios y metales volaban a cámara lenta. "El puesto quedó aplastado, y los gritos eran ensordecedores."
Su madre, residente en España y más alejada de la zona, salió ilesa.
"Tuve mucha suerte, solo heridas superficiales, pero fue traumático para todos."
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Testigos reportaron sangre y restos de verduras esparcidos por el suelo. Foto: X / @ORMurcia
Dos mujeres gravemente heridas fallecieron la mañana del jueves, una semana después.
La primera víctima fue la dueña del bar, de 38 años y nacionalidad marroquí, que sufrió quemaduras graves. La segunda, una española de 56 años, murió por un traumatismo craneal.
La Guardia Civil concluyó que la explosión fue intencionada, al hallar cortes en una bombona de butano.
"No me sorprende", admitió Lisa, revelando que el local era conocido por tráfico de drogas y prostitución. "No era un sitio recomendable."
La británica sospechó de inmediato: "Pensé que estaban cocinando drogas y algo salió mal."
El bar ya había sufrido un incendio grave un año antes. Además, la policía acudía habitualmente por peleas, y se rumoreaba que había funcionado como prostíbulo clandestino.
La dueña, fallecida, no pudo ser interrogada. La víspera, agentes la vieron en la playa, actuando de manera extraña, posiblemente bajo efectos de drogas.
Para la comunidad, la tragedia ha sido devastadora.
"Lo peor es pensar que iban a comprar verduras y terminó siendo su último día de vida. Es horrible", lamentó Lisa.
La investigación sigue abierta mientras el pueblo intenta superar las secuelas de una explosión que convirtió un día normal en una pesadilla.
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