PARÍS — Francia acelerará el aumento del gasto en defensa para alcanzar los 64 mil millones de euros (75 mil millones de dólares) en 2027, tres años antes de lo planeado, dijo el presidente Emmanuel Macron a las tropas y altos mandos militares antes de las celebraciones del Día de la Bastilla el 14 de julio.
Ante la mayor amenaza a la libertad desde 1945, Francia debe intensificar sus esfuerzos, declaró el presidente en su discurso tradicional en el Ministerio de las Fuerzas Armadas en París la noche antes del feriado nacional. Macron afirmó que Europa debe estar preparada para enfrentar una amenaza rusa permanente en sus fronteras, desde el Cáucaso hasta el Ártico.
“En toda Europa, las naciones se rearman, y Francia no puede dejar a sus aliados europeos en la primera línea frente a amenazas a muy corto plazo”, dijo Macron.
Francia añadirá 3.5 mil millones de euros al presupuesto de defensa de 2026, además de un aumento ya planeado, y 3 mil millones más en 2027, señaló el presidente. Con esto, el país habrá duplicado su presupuesto en defensa desde que Macron asumió en 2017, adelantándose al plan de alcanzar ese nivel bajo la ley militar vigente 2024-2030.
El aumento planeado viene después de que los miembros de la OTAN acordaron elevar el gasto central en defensa al 3.5% del PIB, en una reunión en junio en La Haya, Países Bajos. Mientras varios aliados, como Alemania, Suecia y Noruega, anunciaron planes para cumplir esta meta en los próximos cinco años, Francia aún no ha dicho si o cuando alcanzará el objetivo.
Aunque “ciertamente apreciable”, el anuncio de Macron de gastar 6.5 mil millones adicionales en dos años equivale a menos del 0.2% del PIB adicional para finales de 2027, desde un nivel de gasto en defensa del 2.3% del PIB en 2025, escribió Francois Heisbourg, asesor del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, en una publicación en redes sociales.
“La meta del 3.5% está lejos, mientras que Alemania planea alcanzarla en 2029”, dijo Heisbourg.
Macron afirmó que Francia—uno de los países más endeudados en la UE—no debe depender de más préstamos para financiar su defensa. Dijo que el primer ministro François Bayrou explicará el martes cómo se financiará el presupuesto, con gastos cubiertos mediante “mayor actividad y producción”.
El esfuerzo francés permitirá al país ser creíble ante sus socios, según Macron. Francia y Alemania se reunirán a fines de agosto para un consejo de defensa y seguridad conjunto, donde tomarán “nuevas decisiones”, y la cooperación fortalecerá el pilar europeo de la OTAN que Francia promueve.
Según Macron, el mundo vive una carrera tecnológica en áreas como inteligencia artificial, drones, guerra electrónica, espacio y tecnologías cuánticas. También hay un resurgimiento de la proliferación nuclear y conflictos mayores. “Para ser libres, hay que ser temidos. Para ser temidos, hay que ser poderosos”, dijo.
Francia debe fortalecerse, porque “es la nación que debe defender a la nación”. La guerra en Ucrania demostró que “se necesita valentía, pero también reservas e industria de defensa adecuada. Una nación capaz de resistir y movilizarse”.
Macron mencionó que Francia debe mejorar sus debilidades, como reservas de municiones, armas de precisión y saturación. También destacó la necesidad de más drones en grupos de combate, fragatas y bases aéreas.
Otras áreas clave son defensa antiaérea, guerra electrónica y capacidades espaciales. Aunque Francia tiene “ejércitos sólidos”, debe “endurecer el modelo y ganar en masa”, dijo Macron.
El esfuerzo requerirá que las empresas de defensa produzcan más, más rápido y a menor costo, supervisado por la Dirección General de Armamento. Macron destacó capacidades francesas de clase mundial, como el sistema SAMP/T NG, misiles, aviones Rafale y satélites de órbita baja, que deberían convertirse en “soluciones europeas”.
“Ya producimos en colaboración con otros grandes fabricantes europeos. Compremos europeo en masa”, dijo. La defensa europea fortalece, no debilita, la soberanía francesa, criticando los “debates ridículos” de políticos nacionalistas.
Macron afirmó que la disuasión nuclear francesa, aunque “totalmente soberana”, contribuye a la seguridad europea. Ordenó diálogo con socios europeos para evaluar su rol en la seguridad colectiva. Como única potencia nuclear de la UE, Francia tiene la responsabilidad de garantizar que el rearme convencional sea “eficaz, creíble y coherente”.