La cámara enfocó a Sarina Wiegman en el minuto 82 tras la derrota de Inglaterra contra Francia. Ella estaba muy pensativa.
Pero esa expresión preocupada apareció mucho antes, mientras intentaba entender por qué su equipo campeón estaba siendo dominado tan claramente.
Francia lució como un equipo completo esa noche. Todos coordinados, frescos y rápidos, listos para correr más, moverse mejor y pasar con precisión. Inglaterra, en cambio, no tuvo chispa y no logró un solo remate al arco hasta el minuto 87 con un intento débil de Keira Walsh.
En los últimos cinco minutos, las Lionesses jugaron con algo de fe: presionaron, Grace Clinton luchó en zonas peligrosas y Michelle Agyemang dio trabajo a la defensa. Pero fue muy tarde, solo momentos aislados.
Inglaterra ya había perdido el partido. Quizá desde el primer tiempo. Las estadísticas lo confirmaron: Francia ganó 53 duelos contra 36, con más ocasiones claras (4-0). Inglaterra fue menos agresiva y más descuidada.
A Wiegman le molestó perder el juego físico y técnico. Dijo que su equipo “se sacó del partido”, o sea, no siguió el plan. Inglaterra fue lenta sin balón y desordenada con él, perdiendo pelotas innecesariamente.
“No estuvimos compactos. Francia presionó bien y nos costó. Fallamos en posesión y nos complicamos solos”, admitió Wiegman. Leah Williamson coincidió: “Defendimos mal uno contra uno y perdimos muchos balones. Hacía tiempo que no nos veía así.”
El colapso de tres minutos en el primer tiempo fue raro. Inglaterra, con tanto talento, casi nunca pierde así en torneos importantes. Fue un partido muy desigual.
Inglaterra es el primer campeón que pierde su debut en la fase de grupos. Para Wiegman, es su primera derrota en una Eurocopa. Su equipo no estuvo listo, como ella había prometido.
Sus decisiones no funcionaron: empezar con Lauren James (solo 40 minutos jugados desde abril) en vez de Ella Toone fue un error, y corregirlo tardíamente empeoró las cosas. El equipo no tuvo equilibrio.
Wiegman podría quejarse del fuera de juego que anuló un gol de Russo o la falta no pitada antes del 2-0 francés. Pero el VAR reflejó la mala noche inglesa.
Perder 2-1 contra Francia, llena de talento y en buena racha (9 victorias en 2025), no es vergonzoso. Pero Inglaterra debe reaccionar rápido: si pierden contra Países Bajos el miércoles, su defensa del título estará en peligro.
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