Erik y Lyle Menéndez, que llevan más de 30 años en prisión por los asesinatos de sus padres en 1989, presentarán su caso para la libertad condicional esta semana.
Los hermanos comparecerán por separado ante la junta de libertad condicional del estado de California.
En 1996, a la pareja se le sentenció a cadena perpetua sin la posibilidad de libertad condicional por los tiroteos mortales de Kitty y José Menéndez.
En mayo, un juez redujo su condena a 50 años antes de poder optar a la libertad condicional, lo que los hace elegibles para la libertad condicional. Erik tendrá su audiencia el jueves y Lyle el viernes.
Un vídeo de su primer juicio en 1993, que resultó en un juicio nulo por un jurado bloqueado, muestra a los hermanos emocionándose al hablar de los asesinatos y los años de supuesto abuso por parte de sus padres.