Los fiscales laborales de Brasil han presentado una demanda contra el fabricante chino de autos BYD y dos contratistas por acusaciones de tráfico ilegal de trabajadores para vivir y laborar en condiciones “análogas a la esclavitud”.
El martes, los fiscales, encargados de hacer cumplir las leyes laborales, dijeron en un comunicado que buscarán 257 millones de reales (45 millones de dólares) en indemnizaciones de BYD, así como de las contratistas China JinJiang Construction Brazil y Tecmonta Equipamentos Inteligentes.
Acusan a las tres empresas de traficar trabajadores chinos para construir una planta de BYD en Camacari, en el estado de Bahía, al noreste del país. Allí, según los fiscales, las empresas sometieron a los trabajadores a condiciones “extremadamente degradantes”.
“En diciembre del año pasado, se encontró que 220 trabajadores chinos estaban en condiciones similares a la esclavitud y eran víctimas de tráfico internacional de personas”, señaló el comunicado.
Las indemnizaciones que buscan los fiscales ascienden a una multa de 50.000 reales (8.867 dólares) por violación, multiplicada por el número de trabajadores afectados, además de daños morales.
La demanda es resultado de una redada policial en diciembre de 2024, cuando las autoridades dijeron haber “rescatado” a 163 trabajadores de Jinjiang y 57 de Tecmonta.
Los fiscales afirman que los trabajadores eran víctimas de tráfico internacional y llegaron a Brasil con visas que no correspondían a sus empleos.
También alegan que las condiciones en el lugar de construcción dejaban a los trabajadores casi totalmente dependientes de sus empleadores, reteniendo hasta el 70% de sus salarios e imponiendo altos costos por terminar sus contratos. Según los fiscales, algunos incluso tuvieron sus pasaportes retenidos, limitando su capacidad para irse.
La demanda también describe condiciones de vida precarias, como camas sin colchones.
“En un dormitorio, solo se identificó un baño para 31 personas, obligando a los trabajadores a despertarse alrededor de las 4 am para asearse antes de comenzar su jornada”, detalló el comunicado.
Brasil es el mercado más grande de BYD fuera de China. La automotriz china ha dicho que respeta los derechos humanos, coopera con las autoridades y responderá a la demanda en corte.
Un portavoz de la compañía dijo en diciembre que las acusaciones eran parte de un intento por “difamar” a China y sus empresas.
Pero los fiscales brasileños rechazaron que su demanda se base en sentimientos anti-chinos.
“Nuestra demanda está muy bien fundamentada, con una cantidad sustancial de pruebas recolectadas durante la investigación”, declaró el fiscal adjunto Fabio Leal en una entrevista.
Agregó que los trabajadores, quienes ya regresaron a China, recibirán los pagos correspondientes allá, siendo responsabilidad de las empresas en Brasil probar los pagos.