Abbie Ward ya ha estado en una final de la Copa del Mundo de Rugby antes, pero esta vez las cosas son un poco diferentes. Ahora, su hija la mira desde la banda.
Ward es la primera mujer que se beneficia de la política de la RFU para la maternidad, padres embarazados y adopción, que incluye 26 semanas de permiso con sueldo completo.
La segunda línea, de 32 años, juega su primer Mundial como madre, con Inglaterra enfrentándose a Canadá en la final este sábado en un Allianz Stadium, Twickenham, lleno total.
“Ha sido surrealista, una montaña rusa,” dijo Ward a Sky Sports. “Y si me dijeras en el último Mundial, después de esa final [cuando Inglaterra perdió con Nueva Zelanda] ‘vas a estar en otra, y esta vez tu hija te verá desde la banda o en casa’… me emociona pensarlo.”
Ward volvió a jugar para los Bristol Bears 17 semanas después de dar a luz, y dos meses más tarde John Mitchell la llamó otra vez a la selección de Inglaterra.
Ella espera ser una inspiración para su hija y cree que las Red Roses todavía pueden dar más para superar la decepción del 2022.
“Hablamos de inspirar a las niñas, y a todos aquí, y mi hija es una de esas niñas, y hacemos todo lo posible por ellas,” añadió Ward. “Es difícil. Ponemos toda nuestra energía. Dedicamos todo nuestro tiempo. Sacrificamos mucha sangre, sudor y lágrimas, pero tenemos más para dar.”