Filtración de agua en la biblioteca de Egiptología del Louvre afecta a cientos de volúmenes raros
El Louvre se enfrenta a un nuevo contratiempo inesperado, y en esta ocasión el problema no provino de las multitudes o de fallos de seguridad, sino de una simple tubería.
Una fuga de agua en la biblioteca de Antigüedades Egipcias del museo ha dañado entre 300 y 400 libros de investigación histórica, según confirmó la institución esta semana. El incidente ocurrió el 27 de noviembre en el ala Mollien, una zona más tranquila del museo donde trabajan los investigadores, alejada de las galerías públicas.
Los volúmenes afectados incluyen publicaciones de los siglos XIX y principios del XX, revistas de egiptología y obras de referencia científica, todos utilizados regularmente por los académicos que estudian las vastas colecciones antiguas del Louvre. No se ha dañado ninguna obra de arte, pero para los investigadores que dependen de este material, la afectación es considerable.
Un error humano que provocó la inundación
Según los responsables del museo, la fuga fue causada por un error humano. Se abrió por equivocación una sección del sistema hidráulico que alimenta el equipo de calefacción y ventilación de la biblioteca, permitiendo que el agua circulara por una red que llevaba meses desconectada.
La infraestructura involucrada ya estaba señalada para su renovación como parte de unas obras más amplias programadas para comenzar en septiembre de 2026. Hasta entonces, debía permanecer inactiva. Sin embargo, la activación accidental provocó que el agua se filtrara en la biblioteca, empapando estanterías de libros antes de que se pudiera controlar el problema.
El museo afirma que ya está en marcha una investigación interna para determinar exactamente cómo se reabrió la tubería y si se siguieron correctamente los protocolos de seguridad.
Los equipos de conservación han comenzado a evaluar cada ejemplar afectado para decidir qué items pueden restaurarse y cuáles podrían perderse definitivamente. Para los libros de investigación especializada –muchos de ellos descatalogados desde hace tiempo– la reposición a menudo no es una opción viable.
Otro quebradero de cabeza para el museo más famoso de Francia
El momento de la fuga no podría ser más inoportuno. El Louvre ya ha enfrentado crecientes desafíos en los últimos meses, incluyendo un grave incidente de seguridad en octubre, seguido poco después por el cierre de una galería en noviembre debido al deterioro de partes del edificio.
Estos problemas han reavivado la preocupación sobre la presión que soporta la infraestructura histórica del museo, la cual debe sostener un enorme flujo de visitantes además de su labor académica y de conservación.
En 2024, el Louvre recibió a 8.7 millones de visitantes, casi siete de cada diez procedentes del extranjero. Si bien estas cifras refuerzan el atractivo global del museo, también subrayan la creciente presión sobre un complejo que en partes tiene siglos de antigüedad y resulta cada vez más costoso de mantener.
Subida del precio de las entradas prevista para 2026
Para ayudar a financiar sus planes de modernización a largo plazo, el Louvre ha anunciado que a partir de 2026 incrementará el precio de las entradas para visitantes no europeos en un 45 por ciento. La decisión ya era controvertida antes de la fuga de agua, pero este último incidente no ha hecho sino reforzar los argumentos de que se necesita una inversión importante con urgencia para proteger tanto las colecciones como las instalaciones operativas del museo.
De momento, la atención sigue centrada en los libros dañados de la biblioteca y en cuál será la verdadera magnitud de las pérdidas. Mientras los turistas pasean por las inmensas salas del Louvre sin ser conscientes, tras bambalinas el personal lidia con la cruda realidad de los daños por agua, el papel frágil y el material académico irreemplazable.
Es un recordatorio de que, incluso en uno de los emblemas culturales más icónicos del mundo, los percances cotidianos aún pueden tener consecuencias graves, y que la labor de preservación a menudo comienza lejos de los focos del público.
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