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En la intersección del diseño gráfico, el dibujo y el enigmático reino del subconsciente se encuentra Night Figures, un evocador proyecto de arte visual de Trisha Kim, diseñado para difuminar las líneas entre la creación consciente y la expresión instintiva. Este cuerpo de trabajo invita a los espectadores a enfrentar las sombras de sus propias mentes, donde formas fugaces, rostros y figuras emergen del caos abstracto, eco de la experiencia universal de encontrar significado en lo desconocido.
El nacimiento de Night Figures: Música, movimiento y la pista de baile
Los orígenes del proyecto se remontan a la inmersión de la artista en OverCurrent, un colectivo musical conocido por sus paisajes sonoros experimentales. Inspirada por el momento trascendental en el que un bailarín cierra los ojos y se entrega al ritmo y la luz, Trisha Kim buscó capturar los efímeros “night figures” que se materializan en estos espacios liminales—compañeros fantasma nacidos de la música, el movimiento y la energía colectiva.
“Night Figures trata sobre lo que sucede cuando nos dejamos llevar”, explica la artista. “Es ese instante en la pista de baile donde el yo se disuelve y algo primal toma el control. Las figuras no son imaginadas, se sienten”.
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El proceso: cediendo el control al subconsciente
Para canalizar esta energía cruda e instintiva en forma visual, Kim adoptó un método creativo radical: dibujar con su mano izquierda no dominante. Al renunciar al control y abrazar los movimientos rígidos y poco refinados de su mano no entrenada, la artista permitió que la intuición guiara el proceso. Garabatos, líneas dentadas y formas orgánicas fluían libremente, sin la carga de una intención consciente.
“La mano izquierda se convirtió en un conducto”, dice Kim. “Cuanto más me entregaba, más automáticos se volvían los trazos, como si el subconsciente se estuviera dibujando a sí mismo”.
Estos dibujos analógicos fueron luego fotografiados y refinados digitalmente, despojados de color para enfatizar su calidad gráfica y descarnada. Lo que comenzó como gestos caóticos evolucionó en intrincados laberintos de líneas, donde formas ocultas empezaron a emerger: un rostro en el espacio negativo, la silueta de un animal, una figura congelada a medio baile.
El escondite: descubriendo lo invisible
La etapa final de Night Figures transforma la creación en colaboración—entre la artista y su propio psique. Al revisitar los dibujos digitalizados, Kim se embarcó en un “escondite” visual, identificando conscientemente las formas que su subconsciente había enterrado. Las obras resultantes existen en un estado de dualidad: medio reveladas, medio ocultas, en el límite del reconocimiento.
“Estas figuras no son inventadas; son descubiertas”, señala la artista. “Son fragmentos de un subconsciente colectivo—el tipo que todos vislumbramos en sueños, sombras o en la esquina de nuestra visión”.
Cover your mouth, 2025
Grandma cow and a bat, 2025
I said no, 2025
Family Picnic, 2025
Sorry it was a mistake, 2025
The Oedipus Complex, 2025
Night Figures trasciende el diseño gráfico tradicional, actuando como un espejo de la tendencia humana a buscar orden en el caos. La obra desafía a los espectadores a proyectar sus propias interpretaciones en sus formas abstractas, eco de la forma en que asignamos significado a la música, la naturaleza o incluso al azar mismo. La innovadora fusión de técnicas analógicas y digitales de Trisha Kim, junto con una filosofía arraigada en la psicología y la experiencia comunitaria al unir la intimidad táctil del arte dibujado a mano con la precisión del diseño gráfico, redefinen cómo visualizamos lo intangible. Es un testimonio del poder de entregarnos a lo desconocido. Para Kim, este proyecto es una puerta de entrada a conversaciones más amplias sobre la creatividad, la identidad y el impulso humano compartido de encontrar conexión en lo abstracto. A medida que el trabajo continúa ganando reconocimiento, solidifica el papel de la artista como una voz pionera en la exploración del subconsciente a través del lenguaje visual.
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