Familiares de los rehenes israelíes detenidos por el grupo militante palestino Hamás y otras organizaciones islamistas se manifestaron el miércoles en la frontera cerca de la Franja de Gaza para pedir la liberación de sus seres queridos.
La marcha, desde el Kibbutz Be’eri hasta el lugar del festival de música Nova, llegó a dos sitios del ataque terrorista del 7 de octubre de 2023. Esto ocurrió en un día en que, según un portavoz militar, se inició una nueva fase de la guerra.
Los familiares de los 50 rehenes restantes, de los cuales se cree que al menos 20 todavía siguen con vida, temen lo peor para sus parientes.
Ofir Braslavski, el padre de Rom Braslavski, dijo que la presión militar no salva a los rehenes sino que los mata. Hamás había publicado un vídeo del joven a principios de agosto, mostrándolo muy delgado y débil.
“42 rehenes entraron en Gaza caminando… y regresaron en bolsas para cadáveres… ¡No quiero que mi hijo sea el número 43!” declaró Braslavski. “Mi hijo tiene hambre, sed, miedo, es torturado y se está muriendo. Y nadie – ¡nadie! – tiene el derecho a condenarlo a muerte.”
Macabit Mayer, la tía de los hermanos gemelos Gali y Ziv Berman, acusó al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu de reclutar a decenas de miles de reservistas para “una misión sin propósito” que pone en peligro a sus “seres queridos”.