El probable futuro primer ministro de la República Checa, Andrej Babiš, ha reafirmado su postura de no enviar dinero para armas a Ucrania mientras este país lucha contra la invasión rusa.
“No daremos a Ucrania ni una sola corona de nuestro presupuesto para armamento,” anunció el populista de derecha y billonario en Praga el miércoles. “No tenemos dinero para la República Checa.”
Este estado miembro de la UE y la OTAN continúa utilizando su propia moneda, la corona.
Babiš, que ya fue primer ministro entre 2017 y 2021, señaló que Kiev ya recibe miles de millones en ayuda financiera a través de la Unión Europea. Aclaró que las empresas checas de armamento podrían seguir exportando a Ucrania.
“No tenemos ningún problema con eso,” dijo el político de 71 años.
Al mismo tiempo, pidió a la OTAN que adopte una iniciativa checa sobre municiones.
Aproximadamente 3.5 millones de proyectiles de munición de gran calibre han sido proporcionados a Ucrania como parte de este proyecto, que fue una idea bandera de la coalición de centroderecha liderada por el saliente primer ministro Petr Fiala, la cual perdió las recientes elecciones.
La munición proviene de terceros países no identificados, con Alemania entre los contribuyentes financieros.
Babiš está manteniendo conversaciones iniciales con dos partidos de ultraderecha, Libertad y Democracia Directa (SPD) y el Partido de los Automovilistas, para formar un futuro gobierno.
El líder del SPD, Tomio Okamura, ya ha causado indignación al exigir el reemplazo del jefe de la policía del país.
Esto ocurre después de que las autoridades solicitaron levantar la inmunidad parlamentaria de Okamura por acusaciones de incitación al odio en relación con una campaña de carteles contra la migración de la UE.
El presidente Petr Pavel ha anunciado que la nueva cámara baja del parlamento se reunirá para su primera sesión el 3 de noviembre.
El movimiento ANO de Babiš tendrá 80 de los 200 escaños y, con el apoyo del SPD y el Partido de los Automovilistas, aseguraría una mayoría de 108.