El expresidente de Colombia ha tenido dos condenas por fraude y soborno anuladas después de que fue sentenciado a 12 años de arresto domiciliario.
Ávaro Uribe se convirtió en el primer líder colombiano en ser condenado penalmente después de un juicio en agosto, donde un juez le dió la sentencia máxima al ya de 73 años.
El caso en su contra estaba relacionado con acusaciones de que ordenó a un abogado sobornar a paramilitares encarcelados para desacreditar los señalamientos sobre sus vínculos con sus organizaciones. Uribe siempre ha mantenido su inocencia.
p>El político de derecha, quien fue presidente entre 2002 y 2010, es más conocido por llevar a cabo una ofensiva agresiva contra los rebeldes izquierdistas de las FARC y sigue siendo una figura influyente en la nación sudamericana.
El Secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, criticó previamente la condena de Uribe, argumentando que su único crimen “ha sido luchar incansablemente y defender a su patria”.
Uribe fue originalmente condenado, en parte, por el testimonio de un excomandante paramilitar, Luis Carlos Vélez, quien dijo que el abogado del presidente, Diego Cadena, le había pagado sobornos.
Pero el Tribunal Superior en la capital, Bogotá, determinó que el testimonio del excomandante carecía de credibilidad.
En su decisión de 700 páginas para anular las condenas, el tribunal también encontró que algunas de las escuchas telefónicas usadas para abrir una investigación formal contra Uribe habían sido obtenidas ilegalmente.
La resolución puede ser apelada por las personas clasificadas como víctimas en el caso.
El actual y primer presidente de izquierda de Colombia, Gustavo Petro, denunció el resultado.
Escribió en X: “Así se encubre la historia del gobierno paramilitar en Colombia, es decir, la historia de políticos que llegaron al poder aliados con el narcotráfico”.
Los grupos paramilitares surgieron en Colombia en los años 80 para combatir a los grupos guerrilleros de inspiración marxista que luchaban contra el estado desde los años 60.
Muchos de los grupos armados que se desarrollaron en el conflicto obtenían ingresos del negocio de la cocaína. Los enfrentamientos mortales entre ellos y con el estado han producido rivalidades duraderas por las rutas y recursos del tráfico.
Se ha determinado que los grupos paramilitares de derecha son responsables de masacres, desapariciones y otras atrocidades.
Según Human Rights Watch, algunos grupos guerrilleros de izquierda también han estado involucrados en masacres y amenazas contra ciudadanos colombianos.