Chris Riess and Amy Hill
Joan Anderson, que acuñó el nombre para el hula hoop y jugó un rol desconocido en su auge, ha muerto a los 101 años.
La antigua modelo estaba visitando su Australia natal desde su casa en Estados Unidos cuando vio grupos de personas moviendo aros de madera alrededor de sus cinturas.
Estaba tan fascinada por la creciente locura en Australia que decidió enviar uno de los extraños juguetes a Estados Unidos.
El documental de 2018, Hula Girl, contó la historia de la Sra. Anderson llamándolo el hula hoop después del baile hawaiano, y como fueron ella y su marido quienes primero se lo mostraron a un jefe de una empresa de juguetes.
Se vendió en millones y se convirtió en una sensación global – pero la pareja no recibió crédito por su rol en su auge.

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Recordando el encuentro con el jefe de la empresa de juguetes estadounidense Wham-O a principios de los años 60, la Sra. Anderson dijo a los cineastas: “Le dijimos, ‘lo hemos llamado el hula hoop’.”
“Él dijo, ‘parece que tiene algún mérito, si nos genera dinero, les generará dinero a ustedes'”.
La Sra. Anderson afirmó que el trato se selló con un “apretón de manos” y comenzó a venderse rápidamente en Estados Unidos.

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Pero en los años que siguieron, el jefe de la empresa “nos seguía echando”, dijo la Sra. Anderson, y la pareja eventualmente presentó una demanda que resultó en un modesto acuerdo financiero – pero crucialmente, sin reconocimiento formal de su rol en su auge.
Relatos posteriores de su invención mencionaron como un “amigo australiano” trajo una versión temprana a Estados Unidos.
Ella dijo a los cineastas: “Creo que eso me molestó más que cualquier otra cosa. Nunca se informó correctamente. No era una ‘amiga’.”

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Nacida como Joan Constance Manning en Sídney el 28 de diciembre de 1923, trabajó como modelo de trajes de baño y conoció a Wayne Anderson, un piloto del ejército de EE.UU., en Bondi Beach y se casó con él poco después.
Hablando con la BBC, el cineasta detrás de la historia de la vida de la Sra. Anderson dijo: “Contar la historia de Joan fue una experiencia muy gratificante.
“Ella tenía 94 años cuando nos conocimos y aun con todo lo que había pasado, había vivido una vida increíble y plena.
“Verla finalmente recibir el reconocimiento que se merecía después de todos esos años fue increible.”
La Sra. Anderson falleció el 14 de julio en un asilo en Carlsbad, California, habiendo vivido “una vida maravillosa”, dijo su familia.
Le sobreviven dos hijos, una hija y seis nietos. Otro hijo, Carl, murió en 2023.
