El fundador de la organización suiza por el derecho a morir, Dignitas, ha fallecido mediante suicidio asistido, según informa el grupo.
Ludwig Minelli, de 92 años, murió el sábado, pocos días antes de su cumpleaños número 93.
La organización rindió homenaje a Minelli, afirmando que lideró una “vida por la libertad de elección, la autodeterminación y los derechos humanos”.
Minelli fundó Dignitas en 1998, y desde entonces ha ayudado a miles de personas a morir.
En las últimas décadas, algunos países han cambiado su postura sobre la muerte asistida. Australia, Canadá y Nueva Zelanda han introducido leyes al respecto. La Cámara de los Lores del Reino Unido está debatiendo actualmente el proyecto de ley sobre muerte asistida.
Los críticos de la legalización dicen que podría llevar a que personas discapacitadas y vulnerables sean presionadas para terminar con sus vidas.
Muchas personas ayudadas por Dignitas son aquellas que han viajado a Suiza porque la muerte asistida no está permitida en sus propios países.
A lo largo de su vida, Minelli hizo campaña apasionadamente por el derecho a morir, dándole a Dignitas el lema “dignidad en la vida, dignidad en la muerte”.
En una entrevista con la BBC en el 2010, dijo: “Estoy convencido de que debemos luchar para implementar el último derecho humano en nuestras sociedades. Y el último derecho humano es el poder decidir sobre nuestro propio final, y la posibilidad de tener este fin sin riesgo y sin dolor”.
Minelli comenzó su carrera como periodista, trabajando como corresponsal para la revista alemana Der Spiegel, antes de estudiar derecho e interesarse por los derechos humanos.
Después de fundar Dignitas, enfrentó numerosos desafíos legales, logrando múltiples apelaciones exitosas ante el tribunal supremo suizo.
En un comunicado, Dignitas dijo que su trabajo tuvo una influencia duradera, señalando una decisión del 2011 del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que confirmó el derecho de una persona capaz de decidir a determinar la manera y el momento de su propio final de vida.
La eutanasia, cuando un médico administra un fármaco letal para terminar deliberadamente con la vida de una persona y aliviar su sufrimiento, es ilegal en Suiza.
Pero el suicidio asistido, en el cual una persona recibe fármacos letales de un profesional médico y luego los administra ella misma, es legal desde hace décadas.
Dignitas dijo en un comunicado que continuará “gestionando y desarrollando la asociación en el espíritu de su fundador como una organización internacional profesional y combativa por la autodeterminación y la libertad de elección en la vida y al final de la vida”.
