Vigar inició su carrera futbolística en la academia Hale End del Arsenal, a la cual se incorporó con 14 años. Crédito de la foto: Billy Vigar en Instagram.
Billy Vigar, un futbolista de 21 años y antiguo alumno de la cantera del Arsenal, ha fallecido trágicamente a consecuencia de una grave lesión cerebral sufrida durante un encuentro con el Chichester City. El suceso acaeció el sábado 20 de septiembre, en un partido de la Isthmian League Premier Division frente al Wingate & Finchley.
Aproximadamente a los 15 minutos del encuentro, Vigar colisionó con un muro de hormigón al intentar impedir que el balón saliera del terreno de juego. Los equipos médicos le atendieron de inmediato en el campo, y el partido fue suspendido. Fue trasladado en helicóptero a un hospital de Londres y puesto en coma inducido. A pesar de ser sometido a cirugía el 23 de septiembre, Vigar sucumbió a sus heridas el día 25, sumiendo a la comunidad futbolística en el estupor.
Vigar comenzó su carrera en la academia Hale End del Arsenal, uniéndose con 14 años. Firmó un contrato profesional con el club en 2022 y disputó cesiones en el Derby County Sub-21 y el Eastbourne Borough. Tras dejar el Arsenal en 2024, se incorporó al Hastings United antes de recalar en el Chichester City en el verano de 2025, donde había disputado cuatro encuentros y anotado un gol en la temporada en curso. Sus compañeros y cuerpo técnico solían elogiar su dedicación en los entrenamientos y su disposición para aconsejar a los jugadores más jóvenes, lo que le granjeó un profundo respeto dentro y fuera del césped.
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Tras su fallecimiento, las muestras de condolencia se sucedieron desde todos los rincones del mundo del fútbol. El Arsenal lo describió como “férreamente determinado” y expresó su hondo pesar por la pérdida. El Chichester City aplazó su próximo encuentro frente al Lewes como muestra de respeto. La familia de Vigar emitió un comunicado expresando su desolación y gratitud por la avalancha de apoyo, señalando que era profundamente querido en el ámbito deportivo y que murió haciendo lo que más amaba: jugar al fútbol.
La tragedia ha reavivado el debate sobre la seguridad de los jugadores, especialmente en lo concerniente a la proximidad de estructuras rígidas a los límites del campo. Los clubes y los directivos de la liga están revisando los protocolos de seguridad, y muchos abogan por incrementar las medidas de protección para evitar incidentes similares.