Sánchez explicó que en «algunas ocasiones» había liquidado gastos en efectivo. Crédito de la foto: Diego_Radames/Shutterstock
En una dramática sesión de la comisión senatorial que investiga el denominado «Caso Koldo», el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, admitió por primera vez haber recibido pagos en metálico de su partido, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Según su propio testimonio, dichos pagos siempre se mantuvieron por debajo del umbral legal de mil euros, e insistió en que se realizaron contra factura y eran plenamente trazables. Negó categóricamente cualquier tipo de financiación ilegal o «sueldos secretos», afirmando con rotundidad: «En el PSOE no hay sobresueldos.»
Sánchez explicó que en «algunas ocasiones» había abonado gastos en efectivo, pero mantuvo que estos casos fueron excepcionales y ajustados a la legalidad. Rechazó de plano cualquier asociación entre estos desembolsos y las acusaciones más generales que está examinando la comisión, incluyendo la presunta financiación ilegal y conductas improcedentes en el seno de su formación política.
La oposición intensifica su exigencia de rendición de cuentas
Feijóo advierte que Sánchez no puede continuar en el cargo
Mientras tanto, el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, declaró públicamente que Sánchez «no puede seguir gobernando» después de lo que describió como evasivas reiteradas durante su comparecencia. Feijóo señaló las múltiples respuestas del Presidente del Gobierno basadas en «no me consta» y «no lo recuerdo», acusándole de ocultar explicaciones y socavar la confianza pública. El tono de la oposición sugiere que las revelaciones sobre los pagos en efectivo han reavivado las demandas de una mayor responsabilidad política.
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La comparecencia de cinco horas de Sánchez en el Senado concluyó con tensión, acusaciones y una retórica incisiva por ambas partes. El Presidente tachó partes del interrogatorio de «circo» y defendió su trayectoria, pero el creciente coro de escrutinio indica que la presión política es cada vez mayor.
Límites legales y contexto político
Por qué importan los pagos inferiores a mil euros
La legislación española establece un umbral de mil euros para los pagos en efectivo en los ámbitos empresarial y público para prevenir el blanqueo de capitales y las transacciones opacas. Al admitir pagos por debajo de ese límite, Sánchez parece mantenerse técnicamente dentro de la ley, pero los críticos sostienen que el gesto puede verse socavado por cuestiones más amplias de transparencia.
En su testimonio, Sánchez enfatizó que cada transacción estaba respaldada por una factura y se registraba en las cuentas del partido. Rechazó las afirmaciones sobre remuneraciones ocultas e insistió en que la financiación del partido había seguido los cauces convencionales. No obstante, la oposición considera que estas admisiones abren un nuevo capítulo en la investigación sobre los presuntos flujos de dinero no declarados y una potencial corrupción en el interior del PSOE.
Qué sucederá a continuación
La estabilidad del gobierno, ahora en entredicho
Con la admisión ya hecha pública y la oposición incrementando la presión, la mayoría parlamentaria y la imagen pública del gobierno enfrentan una seria tensión. Sánchez debe ahora confiar en sus aliados parlamentarios y en el apoyo interno de su partido para resistir la tormenta. La admisión de los pagos en efectivo, aunque de cuantía modesta, ha adquirido una importancia simbólica, alimentando la percepción de opacidad y una credibilidad debilitada.
La declaración de Feijóo señala que la oposición cree que ha llegado el momento de un cambio de gobierno o de elecciones anticipadas, a menos que Sánchez ofrezca una clarificación más sólida o abandone su puesto. Para el Presidente, la disyuntiva es clara: reconstruir la confianza ciudadana y controlar la narrativa, o enfrentarse a un desafío creciente a su liderazgo.
**Puntos clave:**
* Sánchez admitió haber recibido pagos en efectivo inferiores a 1.000 euros del PSOE, siempre respaldados por facturas.
* Insistió en que no existían pagos secretos ni financiación ilegal en el partido.
* El líder de la oposición, Feijóo, declaró que Sánchez no está capacitado para continuar como Presidente tras sus respuestas evasivas en el Senado.
* Aunque los pagos en metálico se sitúan legalmente por debajo del umbral de los 1.000 euros, plantean nuevas cuestiones sobre transparencia y financiación partidista.
* Sánchez se enfrenta ahora a una prueba de supervivencia política y debe manejar un intenso escrutinio sobre las finanzas internas de su partido.
El camino por delante
De la legalidad técnica a la legitimidad política
Aunque la admisión de Sánchez le mantiene técnicamente dentro de los márgenes legales, la cuestión de fondo ahora es la legitimidad política. Si la ciudadanía percibe estos pagos como parte de una cultura del secretismo o de prácticas informales con dinero en efectivo, la posición del gobierno podría erosionarse aún más. Las próximas semanas son cruciales: nuevas revelaciones, investigaciones adicionales y la evolución de las maniobras parlamentarias podrían determinar si Sánchez se mantiene en el poder o si comienza un cambio más profundo en la política española.
De lograr Sánchez restaurar la confianza, el caso podría superarse sin llegar a una crisis. De no ser así, la campaña por la «regeneración» liderada por la oposición podría ganar impulso. Este episodio subraya que, en la política contemporánea, las cantidades más pequeñas de efectivo pueden acarrear consecuencias de gran magnitud.
