La terapia de fotobiomodulación (PBM), también conocida como terapia con láser de bajo nivel (LLLT), es una modalidad terapéutica no invasiva que utiliza luz dentro de longitudes de onda específicas para estimular procesos biológicos beneficiosos en los tejidos vivos.1
Este artículo explora los beneficios y las profundidades de penetración de tres longitudes de onda distintas: 660 nanómetros (nm), 850 nm y 1,050 nm. Estas longitudes de onda tienen propiedades únicas y aplicaciones en diversos campos.
Entender la ventana óptica
Más de la mitad de las longitudes de onda que provienen del sol, el 53%, son rojas, infrarrojas cercanas, medias e lejanas. Cada una de estas longitudes de onda tiene importantes beneficios para la salud. Los rayos solares se pueden dividir en tres categorías:
– Ultravioleta (UVA, UVB y UVC), que representan el 7% del espectro solar
– Luz visible (violeta, índigo, azul, verde, amarillo, naranja, rojo), que va de 400 a 700 nm, y representa el 39% del espectro
– Luz infrarroja invisible (infrarrojo cercano, medio y lejano), que va de 700 a 10,000 nm, y representa el 54% del espectro
Hay un término en biofísica llamado la ventana óptica, que va desde aproximadamente 600 nm a 1,100 nm; 600 nm es rojo-anaranjado. Alrededor de 700 nm se llega al infrarrojo cercano, que se vuelve invisible y termina aproximadamente a 1,500 nm.
La ventana óptica ideal está aproximadamente a mitad del rango del infrarrojo cercano, entre 600 y 900 nm. Dentro de esta ventana óptica, las longitudes de onda son lo suficientemente largas para penetrar en el cuerpo y llegar profundo en los tejidos, pero no son fácilmente absorbidas por la hemoglobina, la melanina y el agua.
Por debajo de 600 nm, los rayos no penetran muy profundo. Lo que entra en el cuerpo es absorbido por la hemoglobina y la melanina. El punto ideal de la ventana óptica está alrededor de 800 a 810 nm, que es el clásico infrarrojo cercano. Sin embargo, la investigación sugiere que también hay beneficios en otras longitudes de onda.
Beneficios de la longitud de onda de 660 nm
La luz roja de 660 nm exhibe una profundidad de penetración que va de 1 milímetro (mm) a 10 mm, llegando eficazmente a las capas de epidermis, dermis e hipodermis de la piel, así como a algunos tejidos subyacentes.2 Esta longitud de onda es fácilmente absorbida por el tejido cutáneo, lo que la hace particularmente beneficiosa para la salud de la piel y la producción de colágeno.3
La profundidad de penetración de la luz de 660 nm está influenciada por varios factores, como la irradiancia (densidad de potencia), el grosor del tejido, el género y la composición ósea y muscular.4 Mientras que la penetración de la luz no se vio afectada por el tono de la piel, aumentó con la irradiancia y la composición relativa de hueso/músculo, y disminuyó con mayor grosor del tejido y en hombres. Las profundidades de penetración del tejido fueron mayores para las mujeres que para los hombres.5
La longitud de onda de 660 nm ofrece una variedad de beneficios, especialmente para la salud de la piel y la cicatrización de heridas. Su capacidad para estimular la producción de colágeno la convierte en una herramienta valiosa para la rejuvenecimiento de la piel y la reducción de la apariencia de arrugas.6 Además, sus propiedades antiinflamatorias y cicatrizantes contribuyen a una reparación más rápida de los tejidos y una recuperación de lesiones más ágil.7
Además, la luz de 660 nm reduce el dolor neuropático8 y aumenta los niveles de energía al promover la liberación de trifosfato de adenosina (ATP) de las mitocondrias de las células.9 Combinar 660 nm con luz de infrarrojo cercano (NIR) de 830 nm podría tener beneficios adicionales, retrasando la fatiga muscular y mejorando el rendimiento de los músculos esqueléticos.10 Esto sugiere que existen efectos sinérgicos al utilizar múltiples longitudes de onda. Los beneficios adicionales de la luz de 660 nm incluyen:
– Aumenta la energía celular (ATP), lo que impulsa a las células a regenerarse más rápido11
– Mejora la curación ósea al aumentar la producción de ATP y acelerar la formación de callos en el proceso de curación de fracturas óseas12
– Acelera la cicatrización de heridas al aumentar la formación de nuevos vasos sanguíneos y mejorar la deposición de colágeno13
– Estimula la diferenciación de fibroblastos, que es importante para la cicatrización de heridas14
– Promueve la proliferación de células madre derivadas del tejido adiposo, que se considera beneficiosa en la medicina regenerativa15
Beneficios de la longitud de onda de 850 nm
La luz de infrarrojo cercano (NIR) de 850 nm penetra más profundamente en los tejidos que la luz de 660 nm, alcanzando hasta 50 mm de profundidad, aunque con una intensidad reducida a tales profundidades.16 Esto le permite llegar a los músculos, articulaciones e incluso a los huesos.17 Además, la luz de 850 nm estimula la actividad mitocondrial y mejora la producción de energía celular, promoviendo la reparación y regeneración de tejidos.18
También se ha demostrado que mejora la liberación de citocinas relacionadas con M1, lo que aumenta la proliferación de fibroblastos,19 mientras que reduce los niveles de dolor en individuos con dolor crónico de espalda.20 La investigación sugiere que la fotobiomodulación a 850 nm juega un papel antiinflamatorio al disminuir los niveles de TNF-α,21 mejora la complexión de la piel y construye colágeno para reducir las arrugas.22
La longitud de onda de 850 nm ofrece una gama más amplia de beneficios en comparación con la de 660 nm. Sus beneficios se extienden más allá de la salud de la piel para incluir la recuperación muscular, el manejo del dolor y los efectos hormonales y metabólicos. Su mayor penetración le permite abordar problemas relacionados con los músculos, articulaciones y tejidos más profundos, lo que la hace adecuada para atletas e individuos con afecciones de dolor crónico.
También se puede utilizar para tratar la hiperpigmentación. La luz de 850 nm reduce significativamente la producción de melanina y la expresión de tirosinasa, lo que sugiere aplicaciones en el tratamiento de hiperpigmentación y afecciones de la piel con sobreproducción de melanina.23
Es importante tener en cuenta que si bien la luz de 850 nm ha demostrado muchos beneficios terapéuticos, algunos estudios sugieren que la luz NIR de 808 nm es más efectiva para aplicaciones específicas, como promover la curación de heridas y reducir la inflamación.24 Se necesita más investigación para comparar completamente la eficacia de estas dos longitudes de onda.
Beneficios de la longitud de onda de 1,050 nm
La luz de infrarrojo cercano de 1,050 nm penetra aún más profundamente que la luz de 850 nm, llegando a los tejidos profundos e influenciando las estructuras cerebrales.25 Se cree que esta longitud de onda influye en los procesos celulares, incluida la activación de la citocromo c oxidasa, una enzima clave en la cadena respiratoria mitocondrial, también conocida como cadena de transporte de electrones.26
La longitud de onda de 1,050 nm ofrece beneficios únicos. Estos beneficios están relacionados con sus capacidades de penetración profunda, especialmente en el contexto de la salud cerebral y las aplicaciones oftálmicas. Su capacidad para apoyar la función cognitiva la convierte en un área prometedora de investigación para condiciones como la demencia.27 Además, su uso en imágenes oftálmicas sugiere un potencial para mejorar el diagnóstico y el tratamiento de afecciones oculares.28
Los espectros de reflexión y absorción de la luz de 1,050 nm juegan un papel en su profundidad de penetración y su impacto térmico en los tejidos.29 Los estudios han mostrado un pico de reflexión alrededor de 1,050 nm a 1,120 nm, lo que indica que una parte significativa de la luz en esta longitud de onda es reflejada. Esto, combinado con su menor absorción, contribuye a su mayor penetración y su reducido impacto térmico en la piel.
La hormesis es relevante para la terapia con luz de 1,050 nm. Este es un concepto donde se observan respuestas máximas a dosis intermedias.30 Esto sugiere que los efectos terapéuticos óptimos se logran probablemente con dosis moderadas de luz de 1,050 nm.
Mientras tanto, la luz de 1,050 nm apoya la recuperación de accidentes cerebrovasculares y el sistema cardiovascular del cerebro,31 al tiempo que promueve la desintoxicación general al apoyar la eliminación de toxinas del cuerpo a través del sistema linfático.32
Aplicaciones diversas de la luz de 660 nm, 850 nm y 1,050 nm
Las longitudes de onda de 660 nm, 850 nm y 1,050 nm de la fotobiomodulación exhiben propiedades y aplicaciones únicas en diversos campos.
– El 660 nm parece ser más efectivo para la salud de la piel y la cicatrización de heridas debido a su capacidad de estimular la producción de colágeno y promover la regeneración celular. Esto tiene implicaciones para la dermatología, la cirugía estética y el cuidado de heridas.
– El 850 nm ofrece una gama más amplia de beneficios debido a su mayor penetración en los tejidos. Estos incluyen la recuperación muscular, el manejo del dolor y los efectos hormonales y metabólicos. Esta longitud de onda promete en medicina deportiva, clínicas de manejo del dolor y entornos de rehabilitación.
– El 1,050 nm muestra promesas en la salud cerebral y las aplicaciones oftálmicas. Puede llegar a tejidos profundos e influir en las estructuras cerebrales. Esto tiene implicaciones para la neurología, la oftalmología y el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas.
Esto resalta la versatilidad de la terapia de PBM y su capacidad para abordar una amplia gama de problemas de salud. Al continuar investigando la capacidad terapéutica de la terapia de PBM, podemos desbloquear su gama completa de beneficios y mejorar los resultados de los pacientes en diversas especialidades médicas.
Sugerencias de dosificación
Pasando tiempo al aire libre proporciona exposición natural al infrarrojo cercano, pero muchas personas no salen regularmente. Se ha demostrado que la terapia con luz roja y de infrarrojo cercano mejora el rendimiento atlético y la recuperación, y para este efecto, un dispositivo de PBM es mucho más efectivo que la luz solar, ya que las longitudes de onda son más específicas. Esto también se aplica para tratar condiciones de salud como la miopatía y neuropatía.
– Para la salud general, buscas la cantidad justa de luz roja, de infrarrojo cercano y de infrarrojo lejano. Con muy poco, no obtienes un efecto biológico. Con demasiado, entras en una zona inhibitoria. Entonces, ¿cuál es una dosis ideal, en términos de una sesión individual? La mayor parte de la literatura científica utiliza entre 5 joules y 50 joules. (El joule es una medida de la energía entregada al cuerpo en vatios por segundo).
– Como orientación general, obtén la mayor cantidad de luz solar de espectro completo al aire libre que puedas. Después, utiliza una dosis de 25 joules y toma un día libre de vez en cuando. Con un panel grande, eso equivaldría a 10 minutos en el frente y 10 minutos en la espalda, para un total de 20 minutos.
– No hay reglas estrictas para seleccionar un dispositivo. En general, la luz roja no penetrará tan profundo y suele ser más para trastornos de la piel. El infrarrojo cercano penetrará más profundo, lo que es ideal para la recuperación muscular y la mejora cognitiva. Un dispositivo mixto te da lo mejor de ambos mundos, pero necesitarás pasar alrededor del 50% más de tiempo usándolo, en comparación con un dispositivo de puro infrarrojo cercano.
La efectividad de la PBM varía según factores como la longitud de onda, la densidad de potencia y la duración del tratamiento. Al considerar la PBM para diversos problemas de salud, consulta con un proveedor de atención médica con experiencia en esta terapia. Te ayudarán a determinar los parámetros más apropiados para tu condición específica y te guiarán sobre cómo integrar la PBM para obtener los mejores resultados.
Preguntas frecuentes (FAQs) sobre la Fotobiomodulación
Q: ¿Qué es la fotobiomodulación (PBM) y cómo funciona?
A: La fotobiomodulación (PBM), también conocida como terapia con láser de bajo nivel, utiliza longitudes de onda específicas de luz roja y de infrarrojo cercano (660 nm, 850 nm y 1,050 nm) para estimular procesos biológicos, mejorar la energía celular (ATP) y apoyar la curación, el alivio del dolor y la regeneración de tejidos.
Q: ¿Cuál es la importancia de la “ventana óptica” en la terapia de PBM?
A: La ventana óptica (600 a 1,100 nm) permite que la luz penetre efectivamente en los tejidos sin ser absorbida por la hemoglobina, la melanina o el agua. Esta ventana maximiza los beneficios terapéuticos al dirigirse a los tejidos más profundos para la curación y la regeneración.
Q: ¿Cuáles son los principales beneficios de la longitud de onda de 660 nm?
A: La luz roja de 660 nm mejora la salud de la piel, la producción de colágeno, la cicatrización de heridas y el alivio del dolor neuropático. También aumenta la energía celular, lo que la hace ideal para dermatología, rejuvenecimiento de la piel y reparación de tejidos.
Q: ¿Cómo difiere la longitud de onda de 850 nm de la de 660 nm en sus efectos?
A: La luz de infrarrojo cercano de 850 nm penetra más profundamente, ayudando en la recuperación muscular, el manejo del dolor articular, la reducción de la inflamación y la mejora de la complexión de la piel. Se utiliza ampliamente en medicina deportiva, rehabilitación y tratamientos de dolor crónico.
Q: ¿Qué hace que la longitud de onda de 1,050 nm sea única en la PBM?
A: La longitud de onda de 1,050 nm penetra más profundamente, llegando a las estructuras cerebrales para apoyar la función cognitiva, la salud cerebral, la recuperación de accidentes cerebrovasculares y la desintoxicación. Muestra promesas en neurología, oftalmología y el tratamiento de condiciones neurodegenerativas.
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