Italia y Francia han acaparado titulares en los últimos años por atraer nuevos residentes a pueblos despoblados con la promesa de viviendas por solo 1€. Pero, ¿ocurre lo mismo en España?
Según un artículo reciente de nuestros colegas de The Local Francia, el pueblo de Ambert, en la montañosa región de Puy-de-Dôme, ofrecía casas por 1€ para combatir su despoblación. Con solo 6.500 habitantes, la iniciativa buscaba revitalizar la zona.
Sin embargo, la idea no es nueva. Nació en Italia en 2019, donde comprar una casa por menos que un café causó sensación. Los alcaldes de pueblos sicilianos recibieron una avalancha de solicitudes, especialmente de EE.UU. y Reino Unido, como reportó The Local Italia. Ahora, parece que la estrategia resurge.
Muchos se preguntan: ¿hay casas de 1€ en España?
Nuestras investigaciones indican que no existen ofertas así en el país. No obstante, la llamada España Vaciada sigue promocionando viviendas gratuitas y empleo. Por ejemplo, Almadrones (Guadalajara) ofrece una casa sin costo y un sueldo de hasta 1.600€ mensuales a quienes se muden allí. El objetivo es atraer residentes que reactiven la economía local y eviten que el pueblo desaparesca.
Muchas propuestas incluyen gestionar negocios locales, como el bar de El Pobo de Dueñas (Castilla-La Mancha), cuyo ayuntamiento regala una vivienda a quien lo lleve. En pueblos de 80 habitantes, el bar suele ser el centro social, así que el puesto es clave. Otros, como un municipio barcelonés, ofrecen casa gratis y 15.000€ por hacerse cargo de un negocio.
En resumen: aunque no hay casas de 1€, la España rural sí propone viviendas y, a veces, dinero a cambio de trabajar o emprender. Eso sí, conviene verificar las condiciones o llamar al ayuntamiento, ya que algunas ofertas son falsas o se agotan rápido, como demostramos hace años.
Estos municipios suelen estar en la España Vaciada, zonas interiores que, desde el franquismo, perdieron población por la migración a ciudades. Hoy, muchos son “pueblos fantasma” sin servicios básicos, necesitados de familias jóvenes para evitar su abandono definitivo.
Regalar una propiedad atrae atención, pero implica reformas costosas y un compromiso a largo plazo.
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