El destacado disidente cubano José Daniel Ferrer ha llegado a Miami tras ser liberado de una prisión en Cuba.
Poco después de aterrizar en los Estados Unidos, el activista prodemocrácia pidió la liberación de los cientos de presos políticos que aún están en Cuba.
A principios de este mes, el hombre de 55 años reveló que había tomado la “difícil decisión” de exiliarse después de que le dijeron que su esposa también podía ser encarcelada y su hijo enviado a una institución para menores infractores.
En un comunicado, el ministerio de relaciones exteriores cubano dijo que el señor Ferrer y su familia habían salido del país luego de “una solicitud formal” del gobierno estadounidense e insistió en que el señor Ferrer había dado su “aceptación explícita”.
Como coordinador de la Unión Patriótica de Cuba, un grupo que agrupa a varias organizaciones disidentes, el señor Ferrer ha sido uno de los críticos más francos del gobierno comunista de Cuba, el cual prohibe la oposición política.
Como muchos disidentes cubanos, el señor Ferrer ha estado entrando y saliendo de la cárcel.
Había sido liberado brevemente en enero tras un acuerdo negociado por el Vaticano, bajo el cual el entonces presidente Joe Biden eliminó a Cuba de la lista de patrocinadores estatales del terrorismo, justo días antes de que su mandato terminara.
Pero el señor Ferrer fue arrestado de nuevo después de tres meses, durante los cuales él siguió hablando en contra del gobierno cubano, que lo acusó de violar los términos de su libertad condicional.
El disidente dijo que después de su reclusión “la crueldad de la dictadura hacia mi no ha tenido límites”.
Él ha acusado a las autoridades de la prisión de humillarlo y torturarlo.
Otros disidentes han descrito su salida de Cuba como un “exilio forzado”.
El Secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, hijo de inmigrantes cubanos, dijo en un comunicado que “el liderazgo de Ferrer y su defensa incansable del pueblo cubano era una amenaza para el régimen, que repetidamente lo encarceló y torturó”.
“Nos alegra que Ferrer ahora esté libre de la opresión del régimen”, añadió Rubio.
También pidió a la comunidad internacional “que se una a nosotros para hacer que el régimen cubano rinda cuentas por sus abusos” y para exigir la liberación de “más de 700 presos políticos detenidos injustamente” en la isla gobernada por los comunistas.