Exclusivo hotel con flota de yates privados acusado de robar agua pública durante grave sequía en isla turística española.

Las autoridades de Menorca han clausurado un pozo ilegal que abastecía a un hotel de lujo donde las suites cuestan hasta 3.000 dólares la noche, en plena una de las peores sequías que ha sufrido la isla en décadas.

El complejo de agroturismo Cap Menorca, que presume de 15 piscinas y su propia flota de yates, fue descubierto extrayendo 40.000 litros de agua potable diarios de un pozo clandestino.

El hallazgo se produce cuando los 100.000 residentes de la isla enfrentan restricciones severas de agua: fuentes públicas cerradas, prohibición de lavar vehículos y jardines secos.

Según las autoridades, las reservas están en apenas un 38%, el nivel más bajo en 40 años, mientras que la población estival de la isla crece a casi 300.000 personas con la afluencia de turistas.

El hotel, ubicado en Alaior, abrió hace apenas un año pero ya enfrenta cuestionamientos sobre su compromiso ambiental.

Su propietario, el empresario francés Laurent Morel-Ruymen, recibió 1 millón de euros de fondos UE Next Generation en 2021 para este proyecto, promocionado como sostenible medioambientalmente.

En su sitio web, la empresa aún se describe como comprometida con la “mínima intervención” en el paisaje, a pesar de haber admitido la extracción ilegal de agua hasta el mes pasado.

Concejales de la oposición local afirman que este caso es solo el último de una serie de irregularidades que involucran a hoteles de lujo en la zona.

Acusan al alcalde de Alaior, Jose Luis Benejam del Partido Popular, de hacer la vista gorda ante las infracciones ambientales de inversores poderosos.

Benejam rechaza toda responsabilidad, insistiendo en que la supervisión de pozos rurales y uso del suelo corresponde a autoridades regionales y nacionales, no a su ayuntamiento.

LEAR  Apartamento de 3 habitaciones en venta en Los Alcázares con piscina - € 285,000

Activistas ambientales argumentan que el gobierno local sí dispone de herramientas para monitorizar a los grandes consumidores de agua, y que no actuar envía el mensaje de que los hoteleros adinerados están protegidos.

Otros resorts de lujo del municipio, incluidos Torrevella y Menorca Experimental, también han sido investigados por piscinas o uso de agua ilegales, pero fueron posteriormente regularizados mediante permisos controvertidos.

El escándalo ha generado indignación entre residentes a quienes se les pide reducir su consumo de agua mientras turistas disfrutan de lujosas instalaciones.

Algunos vecinos describen esta situación como un “modus operandi” entre inversores extranjeros y oficiales locales, que permite evitar multas mientras se depredan los recursos naturales.

La tensión ha aumentado en Alaior, con graffiti que mencionan expresamente a Morel-Ruymen, aunque la mayoría de residentes entrevistados condenaron el vandalismo y enfatizaron que lo que desean es igualdad ante la ley.

Para muchos locales, el problema trasciende el agua.

Sostienen que lo que una vez fue terreno público, una antigua instalación militar, se ha convertido en un enclave para los súper-ricos, donde los beneficios abandonan la isla mientras los residentes lidian con la escasez.