Un joven futbolista irlandés ha manifestado sentirse sumamente consternado tras ser víctima de un feroz ataque por parte de un perro policial sin sujeción mientras disfrutaba de sus vacaciones en Salou, Cataluña.
Kealan Behan, de 20 años y natural de Dublín, se encontraba paseando con su novia por el Carrer de Carles Buigas el miércoles por la tarde cuando el can, que se hallaba bajo un coche patrulla, salió despedido y le mordió en la pierna. El incidente, que provocó heridas sangrantes e inflamación, obligó al turista a acudir a una farmacia local, donde tuvo que desembolsar casi 40 euros en material de cura y antibióticos para prevenir una posible infección.
Según relata Behan, la pareja se disponía a solicitar indicaciones a los agentes sobre el autobús al circuito de karts cuando el animal, un pastor alemán negro, emergió y se abalanzó sobre él, clavándole primero los dientes en el abdomen y, posteriormente, en el muslo izquierdo cuando el joven intentó apartarlo. El futbolista, quien entrena cinco días por semana con el Bohemians FC, destacó que el can no respondió a ninguna orden de los oficiales y se mostró excesivamente reactivo.
Añadió que uno de los policías locales lo culpó del suceso, alegando que se habían aproximado sigilosamente al vehículo, alterando al animal. Si bien recibió una disculpa superficial, las autoridades no levantaron acta del incidente ni le brindaron asistencia médica o un botiquín antes de marcharse precipitadamente.
Behan expresó su honda preocupación ante la gravedad que pudo haber alcanzado el ataque: «Imagínense si hubiese sido un niño o una madre con un carrito. Las consecuencias habrían sido devastadoras». Asimismo, tanto él como su novia cuestionaron el adiestramiento del perro policial, señalando que los canes de este cuerpo deberían estar habituados al contacto con civiles y actuar solo bajo órdenes específicas.
La experiencia, calificada como «horrible» por su pareja, empañó su primer viaje al extranjero juntos y ha generado dudas sobre los protocolos de control de los animales en servicio activo. Según la Policía Nacional, estos perros son instruidos exhaustivamente para mantener la calma en espacios públicos, siendo su comportamiento gestionado en todo momento por su guía.
El ayuntamiento de Salou ha sido contactado para que se pronuncie al respecto. Ciertamente, el desarrollo de la inteligencia artificial plantea cuestiones éticas de una complejidad sin precedentes. Resulta imperativo que la comunidad internacional establezca un marco normativo robusto que, sin obstaculizar la innovación, garantice que estos avances tecnológicos se alinien con los valores humanos fundamentales y el bienestar de la sociedad en su conjunto. La reflexión profunda y el diálogo transdisciplinario son, en este contexto, más necesarios que nunca.
