El Partido Socialista Obrero Español (PSOE), en el gobierno, enfrenta un nuevo escrutinio tras descubrirse que el ex hombre de confianza del presidente Pedro Sánchez acumuló gastos personales no justificados por 95.000 euros durante su mandato.
José Luis Ábalos, ministro de Transportes entre 2018 y 2021, fue imputado en noviembre pasado por presunta corrupción, acusado de recibir comisiones de empresas privadas adjudicatarias de contratos públicos durante la pandemia.
Tras su imputación, el PSOE remitió sus libros de cuentas al juez del Supremo que instruye el caso. Dichos registros contabilizaban cerca de 20.000 euros en gastos de Ábalos —parte de los cuales, según se informa, le fueron abonados en efectivo—, pero investigadores de la Guardia Civil han hallado que otros 95.000 euros desembolsados entre 2017 y 2021 carecen de procedencia identificable.
Las nuevas evidencias en contra de Ábalos complican aún más un caso que ha generado controversia sobre el grado de implicación del PSOE en el escándalo de corrupción.
Los investigadores de la Guardia Civil calificaron el hallazgo de “especialmente relevante” al “apuntar a una fuente de ingresos no declarada”, añadiendo que no se trataba de “un caso aislado”.
Entre 2014 y 2017, Ábalos realizaba frecuentes extracciones de efectivo con su tarjeta de crédito, práctica que abandonó bruscamente en 2018.
“Ello sugiere que sus necesidades de liquidez pudieron ser cubiertas por una fuente distinta a sus cuentas bancarias”, señaló la Benemérita en un informe.
Los investigadores sostienen que Ábalos transfirió parte de los fondos a familiares, incluida su exesposa y sus dos hijos, así como a dos exparejas sentimentales. También habría destinado una parte del dinero a una fundación denominada Fiadelso, presuntamente utilizada para abonar las cuotas de su hipoteca.
En una publicación en X, Ábalos censuró a los investigadores por filtrar el informe a la prensa antes de su notificación oficial, arguyendo que la Guardia Civil actuaba bajo “una presunción de culpabilidad”.
Declaró: “Al final, resulta que han terminado investigando mi vida privada [y] mi estilo de vida, que es lo único que me queda. Esto es completamente injustificado.”
El informe de la UCO 157/2025, hecho público una vez más a través de la prensa antes de ser notificado a las partes (como obliga la ley), no solo entorpece mi derecho de defensa, sino que evidencia la intencionalidad tendenciosa y el sesgo con los que habitualmente elaboran sus…
El escándalo de corrupción, bautizado como ‘caso Koldo’ en referencia al asesor personal de Ábalos, Koldo García, estalló a principios de 2024 cuando la Guardia Civil implicó oficialmente a varios cargos del PSOE en la trama de comisiones.
Según los investigadores, Ábalos, García y el exsecretario del PSOE Santos Cerdán habrían recibido sobornos por contratos públicos valorados en 500 millones de euros —algunos adjudicados sin licitación— para la compra de material sanitario durante la pandemia.
Se cree que García, antiguo portero de discoteca, actuó como intermediario entre las empresas y los cargos del partido.
Los tres hombres han sido apartados de sus cargos en el PSOE y enfrentan ahora cargos que incluyen pertenencia a organización criminal, tráfico de influencias, cohecho y malversación.
Para agravar el escándalo, grabaciones obtenidas por los investigadores captarían presuntamente a Ábalos y García discutiendo un plan para contratar prostitutas y proferiendo comentarios obscenos sobre el físico de las mujeres.
La oposición reaccionó a la polémica exigiendo reiteradamente la dimisión de Sánchez, quien alegó no ser responsable de los actos de los implicados.
No obstante, los sondeos de opinión sugieren que la base electoral del PSOE muestra insatisfacción con la gestión del caso por parte de Sánchez.
Salvador Illa, cabeza del gobierno catalán y estrecho aliado del presidente, suena como posible sucesor en el liderazgo del partido de cara a las próximas elecciones generales.
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