Los ataques de EE.UU. a las instalaciones nucleares de Irán no destruyerón el programa nuclear del país y probablemente solo lo retrasaron unos meses, según un informe de inteligencia del Pentágono.
Las reservas de uranio enriquecido de la República Islámica no fueron eliminadas en los bombardeos, dijeron fuentes cercanas a una evaluación de la Defense Intelligence Agency a la CBS, socia de la BBC en EE.UU.
La Casa Blanca calificó el informe inicial de daños como "totalmente equivocado" y "un claro intento de menospreciar" al presidente Donald Trump.
El presidente había dicho que los ataques aéreos del sábado "destruyeron por completo" las instalaciones de enriquecimiento nuclear de Irán.
EE.UU. golpeó tres instalaciones nucleares en Irán – Fordo, Natanz e Isfahán – con bombas "bunker buster", capaces de penetrar 18 metros de hormigón o 61 metros de tierra antes de explotar.
Pero fuentes cercanas al informe del Pentágono dicen que las centrifugadoras de Irán están "casi intactas" y el impacto se limitó a estructuras superficiales.
Las entradas a dos instalaciones nucleares fueron selladas y parte de la infraestructura quedó destruida o dañada.
Fuentes anónimas dijeron a medios estadounidenses que se estima que el ataque solo retrasó a Irán "unos meses, como máximo", y que cualquier reanudación de su programa nuclear dependerá del tiempo que tarde el país en reparar los daños.
También confirmaron a la CBS que, según el informe de inteligencia, parte del uranio enriquecido de Irán fue movido antes de los ataques.
Se creía que la bomba Massive Ordnance Penetrator de 14,000 kg era la única arma capaz de destruir las instalaciones nucleares subterráneas de Irán.
