PARÍS (AP) — Francia y el resto de Europa seguían afectados por la primera gran ola de calor este verano, con alertas sanitarias vigentes el martes, aunque en algunas zonas las condiciones empezaban a mejorar.
Se pronosticaban temperaturas extremas de hasta 40 grados Celsius (104 Fahrenheit) en París, mientras que en Bélgica y Países Bajos seguirían anormalmente altas. En contraste, en Portugal las temperaturas bajaban y no había alertas rojas por calor.
En Francia, la agencia meteorológica Météo-France puso varios departamentos en alerta roja, especialmente la región de París. La ola de calor —definida como días consecutivos de temperaturas muy altas— se intensificaría el martes y más de 1,300 escuelas cerrarían parcial o totalmente, según el Ministerio de Educación.
A los visitantes sin entradas para la Torre Eiffel se les recomendó posponer su visita, y la cima del icónico monumento permanecerá cerrada hasta el jueves.
En el sur, 17 de las 27 principales ciudades de Italia sufrían la ola de calor, según el Ministerio de Salud.
Météo-France también advirtió del mayor riesgo de incendios forestales debido a la sequía, agravada por la falta de lluvias en junio y el reciente aumento de temperaturas.
Los expertos climáticos alertan que los futuros veranos serán aún más calurosos. Para 2100, Francia podría ser hasta 4°C más cálida, con temperaturas superiores a 40°C cada año y picos extremos de hasta 50°C (122°F). Según Météo-France, el país podría tener diez veces más días de olas de calor para esa fecha.
En Portugal, Lisboa alcanzaría 33°C (91°F), normal para esta época, aunque algunas zonas del interior podrían llegar a 43°C (109°F), según la agencia meteorológica. El 29 de junio, dos localidades batieron récords de temperatura para ese mes.
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Los periodistas de Associated Press Barry Hatton (Lisboa) y David Billier contribuyeron en este informe.