Eugene Torre, el rostro perdurable del ajedrez filipino

MANILA, Filipinas—Eugene Torre ha dejado una marca indeleble en el deporte del ajedrez no solo en Filipinas, sino también en el mundo.

Torre, el primer Gran Maestro asiático, ha hecho lo que ha podido durante su mejor tiempo en esta disciplina mental. Ahora, es tiempo de afilar las habilidades de aquellos que potecialmente podrían seguir sus pasos.

“Estoy asignado como el entrenador principal del ajedrez filipino para hombres, pero además de eso, en la Federación Nacional de Ajedrez de Filipinas, [tenemos] muchos torneos [también],” dijo Torre durante la filmación para Look Through–la serie documentales de Inquirer.

Torre, que sigue compartiendo su viaje a través de su propio museo de ajedrez en Marikina, ha visto, enfrentado y logrado todo en el deporte.

Pero con el deporte evolucionando a lo largo de los años, los jóvenes aspirantes de hoy necesitan ganar victorias momentosas para igualar el legado del veterano Gran Maestro.

Basado en el resume de Torre, sin embargo, eso será más fácil decir que hacer.

El ascenso de Eugene Torre al título de Gran Maestro

Torre logró el histórico título de Gran Maestro en 1974 cuando anunció su llegada al deporte durante la Olimpiada Mundial de Ajedrez en Niza, Francia.

Allí, Torre recuerda, había algunas de las batallas más difíciles que él había enfrentado.

“Mis victorias o juegos más difíciles para convertirme en Gran Maestro fueron en la Olimpiada de Niza,” dijo.

“[Fue un] gran trato porque, no solo fue un primero para Filipinas, sino también el primero en Asia. Eso es lo que realmente me hizo querer convertirme en Gran Maestro porque no había Gran Maestro en Asia todavía.”

En su camino hacia la historia, Torre se enfrentó a Gran Maestros de alto nivel como Vlastimil Hort de Alemania, Lajos Portisch de Hungría, y Lothar Schmid de Alemania Occidental.

Sin embargo, fue su enfrentamiento con el legendario táctico de ajedrez Anatoly Karpov que lo catapultó a la fama.

“El que fue con Anatoly Karpov. Esa vez, él era el campeón mundial. Fue un torneo llamado el Reto del Rey, lo llamaron porque yo representé a Asia. Eso fue hace mucho tiempo en 1976,” dijo un radiante Torre.

“Sorpresa de todas las sorpresas, salí vencedor. Ese evento fue muy cerca de mi corazón. El juego que gané contra Karpov, lo atesoro mucho,” agregó, sonriendo todo el tiempo.

El amor eterno de Eugene Torre por el juego

Torre está en una carrera con el Padre Tiempo. Aún así, a pesar de tener 73 años, el Gran Maestro todavía tiene el corazón por el deporte que moldeó su vida.

Así que cuando se mencionó la idea de unirse al Campeonato Mundial de Seniors, casi no hubo dudas.

“Mientras mi tiempo lo permita, puedo jugar tal vez en un futuro cercano en el Mundial Senior,” dijo Torre, manteniendo la puerta abierta para otra oportunidad.

“Esa es la belleza del ajedrez. Tenemos torneos para muy jóvenes, muy jovenes jugadores… y también tenemos torneos para jugadores muy viejos,” añadió bromeando.

El medallista de los Juegos del Sudeste Asiático ha dado consejos ocasionalmente a jóvenes aspirantes que quieren alcanzar el pináculo del deporte como él lo ha hecho.

Dwyane Torres, un jugador de ajedrez de 14 años de Mandaluyong, sintió de primera mano lo que era jugar contra y aprender del legendario genio del ajedrez.

“[Él es] uno de mis más grandes ídolos. Cuando estaba mirando sus juegos, esperaba poder jugar así porque él tiene jugadas que son realmente bien,” dijo el joven aspirante. “Sus jugadas son realmente brillante.”

Por ahora, Torre sigue comprometido a desarrollar los talentos filipinos que sueñan con conquistar el tablero de ajedrez. Los fans y jugadores aspirantes pueden visitar el Museo de Ajedrez de Eugene Torre en Marikina para aprender más sobre su carrera llena de historias.