Cientos de estudiantes se echáron a las calles de Málaga esta semana para protestar contra el acoso escolar, en el marco de una huelga nacional motivada por el suicidio de una estudiante sevillana.
La manifestación surge trás el fallecimiento de Sandra Peña, una joven de Sevilla que se quitó la vida tras sufrir bullying.
La protesta masiva en Málaga comenzó en la Plaza de la Constitución y fue sumando participantes a medida que avanzaba por la ciudad, con estudiantes de todas las edades expresando su solidaridad con la familia de Peña y exigiendo la implementación urgente de medidas contra el acoso.
Convocada por el Sindicato de Estudiantes, la marcha exigió la dimisión inmediata del equipo directivo del colegio de Peña, Irlandesas de Loreto, y solicitó la retirada total de su financiación pública.
Irlandesas de Loreto no activó los protocolos antiacoso pertinentes cuando Peña informó al personal del hostigamiento que padecía, una omisión que, según los manifestantes, contribuyó a su muerte.
Más allá de estas peticiones concretas, el Sindicato de Estudiantes reclama la contratación de miles de psicólogos y psiquiatras para colegios, institutos y universidades.
La protesta fue convocada por este sindicato, que instó al alumnado de secundaria a secundar la huelga y manifestarse contra el acoso. La huelga oficial concedió a los estudiantes el derecho a no asistir a clase sin que ello se considerara absentismo o conducta indebida.
Esto se aplicó al alumnado de tercero de la ESO en adelante, mientras que los más jóvenes también pudieron faltar siempre que presentaran una autorización paternal o tutelar.
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Huelgas similares tuvieron lugar en Madrid, Bilbao, Oviedo y Gijón.
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