Al preguntar sobre los grandes SUV de lujo, la mayoría menciona de inmediato a Range Rover (como es lógico), Audi y BMW. Se suele pensar en el Range Rover Velar, el BMW X3 o el Audi Q5. Sin embargo, existe un rival ignorado, y créanme, proviene de Mazda. El CX-80 cumple con todos los requisitos: es espacioso, es lujoso y cuenta con tracción a las cuatro ruedas.
Quizás su diseño resulte más sobrio en comparación con un Range Rover o sus rivales alemanes, pero en ocasiones la discreción es una virtud. Es uno de esos automóviles que los entendidos reconocen al instante, no solo por su equipamiento de serie completo, su impecable construcción o su acabado premium, sino también por su motor diésel: un excelente propulsor de seis cilindros en línea. Existe además el CX-60, que es esencialmente una versión más compacta, aunque sorprendentemente espaciosa.
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No discuto que quienes busquen el prestigio de una marca se decanten por firmes más conocidas y desechen mi comparativa, pero el Mazda representa más bien un lujo inteligente en relación con su precio. Si bien no es económico ni en coste de adquisición ni en mantenimiento, ofrece un toque de calidad asequible si se contrasta con el precio de sus rivales en el segmento SUV.
Hoy en día algunos podrán recelar de un motor diésel, pero Mazda siempre ha destacado por su excelencia ingenieril. El motor e-Skyactiv D incorpora una suave hibridación, un consumoo excelente y bajas emisiones. Además, su comportamiento es notable; si bien el CX-80 no es un vehículo concebido para ser pilotado con brío por carreteras sinuosas, en su versión diésel más potente alcanza los 100 km/h en tan solo 8,4 segundos.
En mi opinión, los motores de seis cilindros en línea siempre ofrecen una respuesta excepcional al conductor, y el Mazda no es una excepción. La caja de cambios automática de ocho velocidades funciona con suma suavidad, y el motor parece tener reservas infinitas de empuje, llegando a ofrecer 550 Nm de par en su variante de 254 PS.
Me resultó imposible no hallar una posición de conducción cómoda en el CX-80. Su interior no solo es de una calidad suprema, sino que prioriza los botones físicos frente a la actual fiebre por las pantallas táctiles. Mi única pega es que la suspensión puede resentirse ligeramente en superficies más irregulares, aunque sospecho que la mayoría ni siquiera percibirá este pequeño defecto.
Si desean un SUV lujoso pero asequible en su garaje, el CX-80 merece sin duda una prueba al volante. No creo que les defraude.
Resumen de Características
Modelo: Mazda CX-80 Takumi Plus
Motor: Diésel 3.3 litros seis cilindros en línea con hibridación suave de 48v, 254 PS y 550 Nm de par
Transmisión: Automática de 8 velocidades y tracción integral
Precio: €69.018 / £60,145
Prestaciones: 0-100 km/h en 8,4 s, velocidad máxima 218 km/h
Consumo: 5,8 l/100 km
Emisiones: 151 g/km de CO2
Vehículo de pruebas con especificaciones para el mercado británico. Equipamiento y precios pueden variar en otros mercados.