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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha otorgado estatus de refugiado a miembros de la comunidad afrikáner de Sudáfrica, alegando que se estaba produciendo un genocidio en el país.
Cerca de 60 de ellos han llegado a Estados Unidos después de que se les concediera asilo.
El gobierno sudafricano permitió que la embajada de Estados Unidos considerara sus solicitudes dentro del país y permitió que el grupo abordara un vuelo charter desde el principal aeropuerto internacional de Johannesburgo, escenas que normalmente no se asocian con refugiados que huyen de la persecución.
¿Quiénes son los afrikáners?
South African History Online resume su identidad señalando que “el afrikáner moderno desciende principalmente de europeos occidentales que se establecieron en el extremo sur de África durante mediados del siglo XVII”.
Una mezcla de colonos holandeses (34,8%), alemanes (33,7%) y franceses (13,2%), formaron un “grupo cultural único” que se identificaba “completamente con la tierra africana”, señaló South African History Online.
Su idioma, el afrikáans, es bastante similar al neerlandés.
Pero mientras echaban raíces en África, los afrikáners, al igual que otras comunidades blancas, obligaron a la población negra a abandonar sus tierras.
Los afrikáners también son conocidos como Boers, que en realidad significa granjero, y el grupo sigue estando estrechamente asociado con la agricultura.
En 1948, el gobierno liderado por afrikáners de Sudáfrica introdujo el apartheid, llevando la segregación racial a un nivel más extremo.
Esto incluía leyes que prohibían los matrimonios entre razas, reservaban muchos trabajos cualificados y semicualificados para personas blancas y obligaban a la población negra a vivir en lo que se llamaban townships y homelands.
También se les negaba una educación decente, con el líder afrikáner Hendrik Verwoerd comentando infamemente en la década de 1950 que “los negros nunca deberían ser mostrados los pastos más verdes de la educación. Deben saber que su lugar en la vida es ser leñadores y portadores de agua”.
La dominación afrikáner de Sudáfrica terminó en 1994, cuando se permitió a la población negra votar por primera vez en unas elecciones nacionales, llevando a Nelson Mandela y al Congreso Nacional Africano (ANC) al poder.
Actualmente, los afrikáners suman más de 2,5 millones de una población de más de 60 millones, alrededor del 4%.
¿Se está cometiendo un genocidio?
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Los afrikáners representan aproximadamente el 4% de la población de Sudáfrica
Ninguno de los partidos políticos de Sudáfrica, incluidos los que representan a los afrikáners y a la comunidad blanca en general, ha afirmado que se esté produciendo un genocidio en Sudáfrica.
Pero tales afirmaciones han estado circulando entre grupos de extrema derecha durante muchos años y Trump también se refirió a un genocidio durante su primer mandato.
Las afirmaciones provienen de ataques a los granjeros blancos o de información engañosa que circula en línea.
En febrero, un juez sudafricano descartó la idea de un genocidio como “claramente imaginario” y “no real”, al dictar sentencia en un caso de herencia que involucraba la donación de un benefactor adinerado al grupo supremacista blanco Boerelegioen.
Sudáfrica no publica cifras de criminalidad basadas en la raza, pero las últimas cifras revelaron que 6.953 personas fueron asesinadas en el país entre octubre y diciembre de 2024.
De estos, 12 fueron asesinados en ataques a granjas. De los 12, uno era un granjero, mientras que cinco eran habitantes de granjas y cuatro eran empleados, que probablemente eran negros.
¿Qué han dicho Trump y Musk?
Defendiendo su decisión de otorgar estatus de refugiado a los afrikáners, Trump dijo que se estaba produciendo un “genocidio” en Sudáfrica, que los granjeros blancos estaban siendo “brutalmente asesinados” y que sus “tierras están siendo confiscadas”.
Trump dijo que no estaba seguro de cómo podría asistir a la cumbre del G20 de líderes mundiales, que se celebraría en Sudáfrica más tarde este año, en tal entorno.
“No sé cómo podemos ir a menos que se resuelva esa situación”, añadió.
El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, dijo que era “completamente falso” afirmar que “personas de cierta raza o cultura están siendo objeto de persecución”.
Refiriéndose al primer grupo que se ha trasladado a Estados Unidos, dijo: “Se van porque no quieren abrazar los cambios que se están produciendo en nuestro país y nuestra constitución”.
El gobierno niega que se estén confiscando tierras a los granjeros, diciendo que un proyecto de ley firmado por Ramaphosa en enero tenía como objetivo abordar la desposesión de tierras a la que se enfrentaron los negros durante el régimen de minoría blanca.
Pero la ley ha sido condenada por la Alianza Democrática (DA), principal socio de coalición de Ramaphosa en el gobierno. La DA dice que impugnará la ley en el tribunal superior de Sudáfrica, ya que amenaza los derechos de propiedad.
El asesor cercano de Trump, Elon Musk, nacido en Sudáfrica, ha mencionado las “leyes de propiedad racistas” del país, alegando que su proveedor de servicios de internet vía satélite Starlink “no puede operar en Sudáfrica simplemente porque no soy negro”.
Para operar en Sudáfrica, Starlink necesita obtener licencias de red y de servicio, que requieren un 30% de propiedad por parte de grupos históricamente desfavorecidos.
Esto se refiere principalmente a la mayoría de la población negra de Sudáfrica, que fue excluida de la economía durante el sistema racista del apartheid.
La Autoridad Independiente de Comunicaciones de Sudáfrica (Icasa), un organismo regulador en los sectores de las telecomunicaciones y la radiodifusión, dijo a la BBC que Starlink nunca había presentado una solicitud de licencia.
Musk también ha acusado a los Combatientes por la Libertad Económica (EFF), el cuarto partido más grande de Sudáfrica, de “promover activamente” un genocidio a través de una canción que canta en sus mítines.
¿Por qué un partido político canta sobre disparar a los Boers?
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Julius Malema es un político polémico que aboga por la nacionalización de la tierra en Sudáfrica
La canción característica del líder de la EFF, Julius Malema, es “Dispara al Boer, Dispara al granjero”, que canta en mítines políticos.
Grupos de presión afrikáner han intentado que se prohíba la canción, diciendo que es altamente inflamatoria y equivale a discurso de odio.
Sin embargo, el Tribunal Supremo de Apelaciones de Sudáfrica ha dictaminado que Malema tiene derecho a cantar las letras, popularizadas durante la lucha contra el apartheid, en mítines políticos.
El tribunal dictaminó que una “persona razonablemente informada” entendería que cuando se cantan “canciones de protesta, incluso por políticos, las palabras no deben interpretarse literalmente, ni el gesto de disparar debe entenderse como un llamado a las armas o a la violencia”.
En cambio, la canción era una “forma provocativa” de promover la agenda política del EFF, que era poner fin a la “injusticia económica y de tierras”.
El grupo de presión AfriForum presentó una apelación contra el fallo, pero el tribunal superior de Sudáfrica se negó a escuchar el caso, diciendo que tenía pocas posibilidades de éxito.
En 2023, el ex presidente de Sudáfrica, Thabo Mbeki, instó a Malema a dejar de cantar la canción, diciendo que ya no era políticamente relevante ya que la lucha contra el apartheid había terminado.
El ANC dice que ya no la canta, pero no puede “prescribir a otros partidos políticos lo que deben cantar”.
¿Enfrentan discriminación los blancos en Sudáfrica?
A pesar de que el gobierno de minoría blanca terminó en 1994, sus efectos todavía se sienten.
Los estándares de vida promedio son mucho más altos para la comunidad blanca que para la población negra.
Los blancos ocupan el 62,1% de los puestos directivos superiores, a pesar de representar solo el 7,7% de la población económicamente activa del país, según un informe reciente de la Comisión de Equidad Laboral de Sudáfrica.
El gobierno ha promulgado varias leyes para intentar reequilibrar la balanza, como las leyes de Empoderamiento Económico y Equidad Laboral Basada en la Raza.
Una versión modificada de la segunda ley impone estrictos objetivos de contratación para empleados no blancos.
Si bien estas leyes han sido bien recibidas por muchos sudafricanos, algunos miembros de minorías raciales sienten que les resulta más difícil conseguir empleo y contratos gubernamentales. También ha habido críticas de que pueden llevar a la corrupción, por ejemplo cuando se otorgan oportunidades comerciales a amigos y familiares de funcionarios.
Entre los críticos se encuentran la Alianza Democrática, que a pesar de ser parte de la coalición gobernante, desafió recientemente la Ley de Equidad Laboral modificada en el tribunal, diciendo que “hará que muchas más personas sean marginadas en nuestra economía de lo que ya lo están”.
El ministro de Deportes, Gayton McKenzie, recientemente se vio envuelto en polémica cuando un trabajo en su departamento se anunció como abierto solo a las poblaciones de color, asiáticas y blancas.
Él defendió esta medida, diciendo que estaba aplicando la Ley de Equidad Laboral y asegurando que “todas las razas estén representadas”, porque la mayoría de las personas en su departamento eran negras.
¿La mayoría de los afrikáners quieren mudarse a Estados Unidos?
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Algunos afrikáners ven al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, como un aliado
No parece ser así.
En marzo, un grupo empresarial dijo que cerca de 70,000 afrikáners habían expresado interés en mudarse a Estados Unidos después de la oferta de Trump, de una población estimada de 2.5 millones.
El lunes, la embajada de Estados Unidos en Sudáfrica emitió un comunicado aclarando los criterios para el reasentamiento, diciendo que cubría a personas de cualquier minoría racial, no solo a los afrikáners, que pudieran citar un incidente de persecución pasada o temor a persecución en el futuro.
El censo más reciente de Sudáfrica, realizado en 2022, muestra que los Coloureds (un término oficialmente utilizado que significa personas de origen racial mixto) son la mayor minoría, representando el 8% de la población. Les siguen los blancos, incluidos los afrikáners, con un 7%, y los asiáticos con un 3%.
Después de la oferta de Trump, el grupo de presión afrikáner Solidarity publicó un artículo en su sitio web titulado “Diez razones históricas para quedarse en Sudáfrica”.
En el parlamento la semana pasada, el líder del partido de derecha Freedom Front Plus dijo que est