¿Está ahora Andrew, el “plebeyo”, cerca de la extradición?

En un giro dramático para la familia real británica, Andrew Mountbatten-Windsor, otrora conocido como el príncipe Andrew, se ha convertido oficialmente en un plebeyo. El 1 de diciembre, el rey Carlos anunció la retirada de los últimos títulos que conservaba Andrew, borrando cualquier vestigio residual de su privilegio real en medio del continuo escándalo de Jeffrey Epstein. Este movimiento corona meses de creciente presión y deja al deshonrado miembro de la realeza aislado y vulnerable, planteando nuevas preguntas sobre una posible extradición a Estados Unidos.

Andrew despojado: De príncipe a plebeyo a una velocidad vertiginosa

El anuncio supuso un golpe fulminante al ya desvanecido estatus de Andrew. El rey Carlos, en consulta con el príncipe de Gales, revocó la pertenencia de Andrew a la Orden de la Jarretera –la orden de caballería más antigua y prestigiosa del Reino Unido– y su título de Caballero de la Gran Cruz de la Real Orden Victoriana, concedida por servicio personal al monarca. Estas distinciones fueron eliminadas discretamente de los registros oficiales, tras la revocación de su título de “Príncipe” apenas un mes antes.

Andrew, ahora simplemente el señor Andrew Windsor, también ha sido tachado del registro de pares y ha perdido su ducado de York. Fuentes palaciegas indican que la Marina Real podría próximamente retirarle también su rango honorífico de vicealmirante. Según se rumorea, el rey se siente “aliviado” por la decisión, lo que indica profundas grietas familiares. Pero, ¿a qué se debe tanta premura?

Lo Más Leído en Euro Weekly News

Esto no es meramente simbólico. A Andrew se le ha desahuciado de su lujosa residencia de Royal Lodge, donde vivió más de veinte años, y ahora depende del apoyo económico de su hermano, el rey. A pesar de permanecer octavo en la línea de sucesión, tiene vedado cualquier deber oficial y es improbable que vuelva a aparecer junto a los miembros principales de la familia. Los vínculos con Epstein son el núcleo de todo. La amistad de Andrew con el ya fallecido delincuente sexual Jeffrey Epstein y las acusaciones de agresión sexual por parte de la víctima Virginia Giuffre, quien afirma que fue víctima de trata para él cuando tenía 17 años. Andrew niega las acusaciones, insistiendo en que conoció a Epstein en 1999 a través de Ghislaine Maxwell y que desconocía sus crímenes. Pero las pruebas del juicio, incluidos los registros de vuelo que sitúan a Andrew en el avión de Epstein junto a una menor de 14 años, han echado leña al fuego.

LEAR  ¿Lesionará Drew McIntyre a una estrella popular para que Cody Rhodes lo reemplace en WWE WarGames? Analizando esta posibilidad

Ecos de Epstein: La investigación estadounidense se intensifica

El momento no podía ser peor para Andrew. Hace apenas semanas, el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes de EE.UU. le exigió que testificara voluntariamente sobre sus vínculos con Epstein, citando correos electrónicos comprometedores de 2011 en los que le decía a Epstein: “Estamos juntos en esto”. Andrew ignoró el plazo del 20 de noviembre, lo que llevó a demócratas como el representante Robert Garcia a reprobar su “silencio que lo dice todo”.

La investigación del comité sobre Epstein está en pleno apogeo, con más de 23.000 páginas de documentos ya publicados provenientes del patrimonio de Epstein, bancos como JPMorgan y funcionarios de las Islas Vírgenes estadounidenses. Nuevos lotes podrían divulgarse cualquier día, pudiendo sacar a la luz más información sobre los pagos por “masajes” o los vuelos de Andrew. La reciente firma por el presidente Trump de la Ley de Archivos Epstein obliga al Departamento de Justicia a realizar divulgaciones completas a finales de diciembre, avivando las demandas de responsabilidad.

El primer ministro británico, Keir Starmer, instó a Andrew a cooperar “en principio” el 23 de noviembre, respaldado por una encuesta de YouGov que muestra que el 75% de los británicos está de acuerdo en que debe comparecer ante el Congreso de EE.UU. Pero como ciudadano privado y sin inmunidad diplomática, la falta de respuesta de Andrew lleva a los expertos a preguntarse: ¿Seguirá la extradición?

Probabilidades de extradición: Camino legal, campo minado político

Según el Tratado de Extradición entre el Reino Unido y EE.UU. de 2003, Andrew podría ser enviado a Estados Unidos para enfrentar cargos como trata sexual —delitos graves que conllevan más de un año de prisión—. El proceso comienza con una orden de arresto estadounidense, seguida de una audiencia judicial en el Reino Unido y la aprobación del Secretario del Interior, quien sopesa derechos humanos y política exterior.

LEAR  Fortuna Dusseldorf permite la entrada gratuita de los aficionados: equipo de la segunda división alemana con una asistencia de 52,000 y ahora lidera la tabla | Noticias de fútbol

Actualmente, las probabilidades son bajas, alrededor de un 5-10%, dado que no hay cargos formales del FBI, donde Andrew sigue siendo una “persona de interés”. La anterior reticencia del Departamento de Justicia, como las declaraciones de 2020 bajo el fiscal general Bill Barr afirmando que “no hay planes” de perseguirlo, subraya la cautela diplomática. La “relación especial” entre EE.UU. y el Reino Unido podría resquebrajarse, como se vio en el caso de Anne Sacoolas, pero la indignación pública por las víctimas de Epstein podría inclinar la balanza.

Si los nuevos documentos revelaran pruebas irrefutables, como perjurio en una declaración voluntaria, las probabilidades aumentarían a un 20-40%. La memoria de octubre de Giuffre, *Nobody’s Girl*, reavivó sus acusaciones, y las remisiones del Congreso al Departamento de Justicia podrían desencadenar una acusación formal. Sin ello, es de esperar más retórica que redadas: los demócratas presionando por informes, los republicanos examinando proyectos de ley de transparencia y ninguna citación ejecutable a través de las fronteras.

¿Qué le depara el futuro al miembro caído de la realeza?

Dada la velocidad sin precendentes y dramática con la que Andrew ha caído en desgracia y ha sido despojado de sus títulos, existe la sugerencia de que ello obedece a un motivo. Con un nuevo año a la vista, y ante la negativa de Andrew siquiera a reconocer al Congreso estadounidense, sumado a los comentarios de Starmer, la encuesta de YouGov y el hecho de que Guillermo podría estar próximo a heredar el trono, cabe preguntarse: ¿Podría este turbulento asunto tener un desenlace dramático de telenovela a principios de 2026?