Un inusual doble arcoíris fue avistado sobre Palma, deleitando a los residentes de la capital balear durante la madrugada de un lluvioso martes. Este fenómeno, poco común en la isla, se pudo observar con claridad desde varios barrios, permitiendo que las condiciones atmosféricas propiciasaran la captura de imágenes impactantes en toda la ciudad.
Las fotografías del doble arcoíris fueron ampliamente compartidas por los vecinos, muchos de los cuales comentaron sobre la rareza del espectáculo. Su visibilidad desde múltiples puntos de Palma permitió que decenas de personas fotografiaran el momento, generando un notable interés en las redes sociales y en los grupos vecinales.
Los meteorólogos explican que el fenómeno fue resultado de una combinación propicia de lluvia ligera, bajas temperaturas y luz solar. Aunque la precipitación nocturna fue escasa, fue suficiente para crear minúsculas gotas de agua en suspensión que, unidas a la baja posición del sol en el horizonte, produjeron el efecto óptico. La madrugada del martes se caracterizó por chubascos intermitentes y nubosidad, alternados con claros que permitieron que la luz solar irrumpiera en el momento preciso.
Para que se forme un arcoíris es necesaria la presencia simultánea de lluvia y sol. En este caso, los huecos en la capa de nubes permitieron el paso de la luz solar a través de la atmósfera mientras permanecían las gotas de agua suspendidas, creando la vívida exhibición visual observada en la ciudad.
Un doble arcoíris ocurre cuando la luz solar experimenta dos reflexiones internas dentro de las gotas de agua. A diferencia de uno simple, produce dos arcos concéntricos, apareciendo los colores del segundo en orden inverso. El rojo se sitúa en el borde interior del arco secundario, mientras que el violeta es visible en el exterior.
Dado que se pierde parte de la luz con cada reflexión interna, el arco secundario siempre es más tenue que el primario y puede resultar difícil de percibir salvo que las condiciones sean excepcionalmente favorables. Por ello, los dobles arcoíris son más frecuentes de lo que parecen, pero solo ocasionalmente se vislumbran con tal nitidez.
El mejor momento para observarlos suele ser al amanecer o al atardecer, cuando el sol está bajo en el cielo. El observador debe situarse de espaldas al sol, mirando hacia la zona de lluvia, ya que el arcoíris siempre aparece en dirección opuesta. En condiciones ideales, el arco puede extenderse hasta formar un semicírculo casi completo.
El avistamiento causó gran excitación entre los palmesanos, quienes compartieron fotografías y vídeos a lo largo del día. En los grupos de WhatsApp vecinales, el doble arcoíris se convirtió rápidamente en uno de los temas más comentados, manifestando muchos su sorpresa por presenciar un evento natural tan poco habitual.
