Airbnb ha expresado serias preocupaciones sobre la reciente decisión del gobierno español de bloquear más de 65,000 listados de alquiler vacacional en su plataforma, argumentando que el Ministerio de Consumo podría estar excediendo su mandato legal y desestimando fallos judiciales existentes.
La acción del ministerio, dirigida a propiedades supuestamente sin números de registro o con discrepancias en los registros de propiedad, se produce en medio de un intento más amplio de abordar la asequibilidad de la vivienda en España. Ciudades como Barcelona y Madrid han visto crecer la presión de residentes y líderes políticos para frenar los alquileres a corto plazo, que algunos afirman que contribuyen al aumento de los alquileres y a la limitada oferta de viviendas.
Aunque Airbnb apoya el objetivo del turismo responsable y de políticas de vivienda justas, la empresa sostiene que esta acción generalizada es tanto desproporcionada como potencialmente ilegal. En una declaración anterior, Airbnb enfatizó que rutinariamente pide a los anfitriones que garanticen el cumplimiento de todas las regulaciones locales y que acoge con satisfacción normas claras y consistentes que se apliquen de manera justa en toda la industria.
Sin embargo, Airbnb también ha señalado que el Ministerio de Consumo no ha proporcionado documentación clara ni criterios transparentes para determinar qué listados se consideran no conformes. Además, las acciones del ministerio contradicen fallos judiciales anteriores que reconocen a Airbnb como una plataforma digital, no como un operador inmobiliario, limitando así el alcance regulatorio del ministerio sobre sus operaciones.
“El gobierno está intentando responsabilizar a una plataforma tecnológica por problemas que, por ley, son responsabilidad de los propietarios y las autoridades locales”, dijo un portavoz de Airbnb. “Esto sienta un precedente preocupante para las empresas digitales que operan en España”.
Además, Airbnb señala que en muchas regiones de España, no todos los alquileres vacacionales requieren licencias formales, especialmente para alquileres de viviendas ocasionales o privadas. La empresa argumenta que al agrupar a una amplia gama de anfitriones bajo una medida de aplicación general, el ministerio corre el riesgo de penalizar a actores legales y dañar la economía turística local.
La acción también plantea preguntas sobre la jurisdicción. La regulación de la vivienda y el turismo en España es en gran medida descentralizada, con comunidades autónomas como Cataluña y Andalucía estableciendo sus propios estándares. Airbnb sostiene que el ministerio de consumo nacional carece de la autoridad centralizada para imponer acciones de aplicación tan generalizadas sin coordinación o claridad legal.
En lugar de la aplicación unilateral, Airbnb aboga por la colaboración con los gobiernos nacionales y regionales para construir marcos transparentes y justos que apoyen tanto la disponibilidad de viviendas como el turismo sostenible.
“Creemos que hay un camino mejor por delante, uno que proteja la vivienda, apoye a las comunidades locales y respete los derechos de las plataformas digitales y los anfitriones cotidianos que dependen del turismo para obtener ingresos”, agregó el portavoz.
En medio del debate continuo en España sobre la mejor manera de abordar los desafíos de la vivienda, Airbnb insta a todas las partes interesadas a participar constructivamente y a centrarse en soluciones basadas en la ley, la equidad y la transparencia.
