España se deleita con la comida basura, pero el Reino Unido aún domina

Los investigadores advierten de que este cambio puede acelerar la incidencia de enfermedades no transmisibles. Crédito de la foto: Roman Chazov/Shutterstock

Estudios recientes en España demuestran que la proporción de calorías procedentes de alimentos ultraprocesados (AUP) ha aumentado de aproximadamente un 11% a un 32% en los últimos 20-30 años. Los analistas alertan de que los AUP se están convirtiendo en “el nuevo tabaco” para la salud pública, dados sus vínculos con la obesidad, la diabetes tipo 2, las enfermedades cardiovasculares y la mortalidad prematura.

La expansión de los AUP en España está estrechamente ligada a la erosión de la dieta mediterránea tradicional y al creciente dominio de los alimentos industriales, cargados de aditivos, azúcares, grasas refinadas e ingredientes de origen industrial. Los responsables políticos y los organismos de salud pública reclaman cada vez con más insistencia un etiquetado más estricto, controles publicitarios y impuestos sobre los AUP para frenar este riesgo sanitario.

El Reino Unido, muy por delante

La mayoría de las calorías proceden de AUP

En contraste, en el Reino Unido el nivel de consumo de alimentos ultraprocesados ya es muy elevado. Los AUP representan aproximadamente el 51% de la ingesta energética en adultos y hasta un 68% en los niños. Aunque la tasa británica quizá no esté aumentando tan rápidamente como la española, la línea de base es alarmantemente alta. Esto sugiere que la población del Reino Unido se enfrenta a una exposición sostenida a los AUP y a los riesgos sanitarios a largo plazo asociados. Los expertos en salud pública afirman que el alto consumo en el Reino Unido refleja décadas de dominio de la industria alimentaria, del marketing de alimentos de conveniencia y de cambios estructurales en los hábitos alimenticios.

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Por qué es relevante el aumento en España

Un incremento rápido plantea una necesidad sanitaria urgente

El marcado aumento del consumo de AUP en España es significativo porque supone un gran cambio en el comportamiento alimentario en un período de tiempo relativamente corto. El hecho de que el porcentaje se haya casi triplicado sugiere que los hogares españoles dependen cada vez más de los alimentos industriales en lugar de los ingredientes frescos.

Los investigadores advierten que semejante cambio puede acelerar la incidencia de enfermedades no transmisibles. Las dietas altas en AUP se asocian con la obesidad, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y renales, la depresión y la mortalidad prematura. El término “nuevo tabaco” refleja la magnitud de la preocupación ante esta creciente amenaza para la salud pública.

Contexto en el Reino Unido: Una situación profundamente arraigada

Una base alta y un crecimiento más lento

En el Reino Unido, el problema no reside tanto en un crecimiento reciente y abrupto, sino en unos niveles de consumo altos y muy consolidados. El hecho de que más de la mitad de las calorías consumidas por ciertos grupos procedan de AUP apunta a un problema estructural de gran envergadura. Mientras España avanza hacia ese nivel, el Reino Unido lidia ya con las consecuencias: obesidad infantil, cardiopatías coronarias y un entorno nutricional moldeado por la comida rápida altamente procesada. La tasa de crecimiento más lenta quizá refleje que el Reino Unido ya alcanzó una meseta elevada hace algunos años. No obstante, los riesgos para la salud siguen siendo significativos y los argumentos a favor de la intervención son sólidos.

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Perspectiva comparativa

España se acerca; el Reino Unido afronta el legado

España se halla en una trayectoria ascendente y pronunciada en el consumo de AUP, mientras que el Reino Unido está haciendo frente a los efectos a largo plazo de décadas de alto consumo. El salto de España del 11% al 32% significa que se está acercando rápidamente a países como el Reino Unido, donde la cifra supera el 50%. Mientras tanto, el Reino Unido debe abordar patrones dietéticos profundamente arraigados.

Los expertos en salud pública subrayan que ambos países enfrentan sus propios desafíos: España debe actuar con urgencia ante la aceleración del aumento, mientras que el Reino Unido debe combatir los patrones dietéticos consolidados. Las políticas de ambos contextos apuntan en la misma dirección: una regulación más firme de los AUP, entornos alimentarios más saludables y un reajuste de la cultura dietética.

Resumen

La ingesta de alimentos ultraprocesados en España se ha casi triplicado en décadas, representando ahora alrededor del 32% de las calorías.
En el Reino Unido, los alimentos ultraprocesados suponen aproximadamente el 51% de la ingesta calórica en adultos y hasta un 68% en niños.
El aumento del consumo en España refleja un rápido alejamiento de la dieta mediterránea hacia los alimentos industriales de conveniencia.
El Reino Unido se enfrenta a una base de consumo de AUP muy alta, con patrones dietéticos estructurales que son difíciles de cambiar.
El alto consumo de AUP está vinculado a graves consecuencias para la salud: obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares y muerte prematura.
Los expertos en España describen los AUP como el “nuevo tabaco” para la salud pública, dada la magnitud y el riesgo de su consumo.

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Estos hechos subrayan un apremiante problema de salud pública que afecta a dos países europeos. En España, el consumo en rápido aumento señala la necesidad urgente de actuar; en el Reino Unido, los niveles consolidados reflejan un desafío dietético a largo plazo. Ambos países afrontan la tarea de reducir el consumo de AUP mediante políticas, educación y un cambio cultural.