Utilizar las luces de emergencia de forma incorrecta en España podría suponer una multa de 200 euros.
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Es uno de esos gestos automáticos al volante que se hacen sin reflexionar. Circulas por la autopista, el tráfico se ralentiza bruscamente hasta casi detenerse, y tu instinto actúa: activas las luces de emergencia para alertar al vehículo que llevas detrás.
¿Parece lógico, verdad? Lamentablemente, la DGT (Dirección General de Tráfico) no opina igual – y este hábito tan común podría costarte ahora una sanción de 200 euros.
Una sorpresa para los conductores españoles
La noticia ha pillado por sorpresa a numerosos automovilistas. Muchos reconocen haberlo hecho durante años, convencidos de que era una medida de precaución. Un conductor, Francesc Lamela Piqueras, incluso admitió en redes sociales: “No sabía que esto fuera sancionable. Siempre lo hacía, pensando que era lo más seguro”. No está solo – para muchos conductores con experiencia, esta norma parece haber salido de la nada.
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Pero la verdad es que no es nada nuevo. La prohibición está recogida en el Reglamento General de Circulación, el manual de normas de conducción en España. Según el artículo 109, la forma correcta de advertir de una desaceleración brusca es presionar el pedal de freno repetidamente para que se enciendan las luces traseras, o – en un gesto algo más anticuado – sacar el brazo por la ventanilla y moverlo rápidamente de arriba a abajo.
Las luces de emergencia, afirma la DGT, están estrictamente reservadas para emergencias reales, no para atascos de tráfico rutinarios.
Cuándo está permitido usarlas
¿Significa eso que no puedes volver a tocar el botón del triángulo rojo? No exactamente. Existen algunos escenarios en los que no solo están permitidas, sino recomendadas. Si te quedas tirado en el arcén, si tu vehículo está inmovilizado, o si circulas bajo una densa niebla, lluvia torrencial o incluso humo que limite severamente la visibilidad – en esos casos, sí es legal utilizarlas.
¿Pero usarlas simplemente para señalizar un atasco? Eso es lo que la DGT quiere erradicar. Su argumento es que los conductores deben saber qué significan las luces de freno – y que las de emergencia, si se usan mal, solo generan confusión.
Ya sea que los conductores comulguen con ese razonamiento o no, la advertencia es clara: si mantienes el hábito, podrías desembolsar 200 euros.
La mayor persecución de las conductas viales
Esto no está ocurriendo de forma aislada. La DGT ha estado intensificando discretamente su vigilancia sobre los conductores, desplegando más cámaras, endureciendo las sanciones e incluso implantando nuevas señales diseñadas para captar malos hábitos.
Uno de los últimos es el sistema de radar S-991d, ya en fase de pruebas en ciertas zonas de España. Está diseñado para monitorizar si los coches se detienen completamente ante las señales de STOP. Las nuevas señales, vinculadas a ojos electrónicos, detectan al instante si has reducido la velocidad pero no te has parado por completo – algo de lo que la mayoría de conductores son culpables al menos una vez.
Las autoridades insisten en que la idea no es pillar a la gente, sino hacer las carreteras más seguras para todos, especialmente en zonas urbanas concurridas donde peatones, ciclistas y otros vehículos confluyen. Aún así, para muchos automovilistas, se siente como un recordatorio más de que los errores más mínimos ya no pasan desapercibidos.
Qué significa esto para expatriados y turistas
Para los expatriados que residen en España – y para los millones de turistas que alquilan un coche para sus vacaciones de verano – esta es una de esas normas que conviene tener presente. Es fácil asumir que lo que parece de “sentido común” en la carretera debe ser legal. Pero, como la DGT no cesa de demostrar, la normativa de tráfico española tiene sus peculiaridades.
Usar las luces de emergencia en atascos puede parecer instintivo si has conducido en otros países de Europa, pero aquí en España es un error costoso. Y como las multas pueden llegar por correo días o semanas después de tu viaje, la ignorancia dista mucho de ser una bendición.
El mensaje de la DGT no podría ser más claro: conoce las normas, incluso aquellas que parecen menores o contraintuitivas. Un hábito adquirido durante años puede parecer inofensivo, pero en España podría ser una sanción esperando a ocurrir.
Así que la próxima vez que la autopista se colapse delante de ti, resiste el impulso de buscar el botón de emergencia. Presiona el freno intermitentemente, mantén la distancia de seguridad y ahorrate 200 euros. Porque, como todo conductor en España está aprendiendo por las malas – en lo que a seguridad vial se refiere, la DGT va totalmente en serio.
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