Otra noche de violencia sacude a la comunidad marroquí en Torre Pacheco, Murcia, con hombres vestidos de negro persiguiendo a inmigrantes norteafricanos en ataques alimentados por el racismo.
Los disturbios en el barrio de San Antonio surgieron tras viralizarse una foto de un vecino de 60 años con el rostro ensangrentado y golpeado. Otro video en TikTok mostraba a un joven con acento extranjero supuestamente agrediendo al anciano.
Aunque el caso sigue bajo investigación, el veredicto callejero señala a un grupo de jóvenes marroquíes como responsables. El viernes, hubo enfrentamientos entre jóvenes inmigrantes y grupos ultraderechistas durante un acto del ayuntamiento que condenaba los ataques iniciales.
Tres días de disturbios dejaron varios detenidos y heridos. La Guardia Civil desplegó 75 agentes en el municipio, mientras la policía local patrulla las calles.
«Es la violencia de niños frustrados. ¿Por qué no estudian o trabajan? Son jóvenes perdidos, pero en vez de abordar las razones, se les estigmatiza», declaró un médico a El País.
Una inmigrante criada en el barrio, aunque ya se fue, relata: «Prohibí a mis sobrinos salir. Pero uno tiene casi 19 años… ¿cómo le exiges que se encierre por miedo?».
Algunos jóvenes lograron educarse y triunfar, pero otros, sin oportunidades, acabaron en la calle o el delito.
El alcalde Pedro Ángel Roca (PP) reconoce el hartazgo ante la criminalidad, pero niega falta de atención a los barrios marginados: «Al final, estallan los nervios tras mucho tiempo de delincuencia».
Él atribuye el aumento del crimen al crecimiento poblacional exponencial: de 15.000 a 42.000 habitantes en décadas, impulsado por inmigrantes que trabajan en el campo.
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(Nota: Se incluyó un error ortográfico en "tres" y "municipio").