Los temores de que el ejército de los Estados Unidos pudiera utilizar las bases en la España peninsular para enviar armamento a Israel parecen haberse disipado tras el veto emitido de forma discreta por el gobierno español.
A principios de mes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, desveló nueve medidas destinadas a presionar a Israel para que reduzca su ofensiva militar en Gaza.
Entre estas se incluían la prohibición de la exportación de armamento de fabricación española a Israel, restricciones al cruce de aeronaves militares por el espacio aéreo español y el cierre de los puertos nacionales a buques que transporten armas.
No obstante, expertos jurídicos manifestaron sus dudas acerca de la eficacia de dichas medidas, dado que Estados Unidos, un aliado declarado de Israel, lleva a cabo operaciones militares en territorio español.
La base naval de Rota en Cádiz y la base aérea de Morón en Sevilla son utilizadas conjuntamente por Estados Unidos y España, y un especialista en derecho internacional advirtió al Diario de Cádiz: «A menos que España renegocie los términos del tratado, Estados Unidos puede seguir utilizando estas bases».
Dicha situación podría haber puesto a Sánchez y a su gobierno de coalición, firmemente pro-palestino, en una posición incómoda, máxime teniendo en cuenta sus enérgicas condenas de la actividad militar israelí en Gaza.
Según fuentes castrenses citadas por El País, España ha ejercido oficialmente un veto que impediría el tránsito de aviones o buques estadounidenses con armamento destinado a Israel a través de Rota o Morón.
«Rota y Morón están bajo soberanía española, bajo el mando militar español, y todo lo que ocurra ahí debe ser autorizado por las autoridades españolas», afirmaron las fuentes.
En virtud de los términos de un acuerdo de defensa bilateral firmado en 1988, las fuerzas estadounidenses pueden utilizar las dos bases para las misiones que elijan.
Sin embargo, cualquier carga considerada ‘controvertida’ –como armas con destino a zonas de conflicto– requiere autorización explícita de las Fuerzas Armadas españolas.
Esto parece ya haber influido en el tránsito de armamento estadounidense con destino a Israel.
A principios de este año, seis cazas F-35 destinados a Israel evitaron utilizar Rota o Morón, haciendo escala en cambio en las Azores, un archipiélago portugués en el Atlántico medio.
Posteriormente, las aeronaves sobrevolaron el Estrecho de Gibraltar, en lugar de cruzar por el espacio aéreo español.
Para futuros transportes de armas, munición o equipo militar, es probable que Estados Unidos continúe eludiendo España y desvíe el material a través de bases en otros países europeos, como Alemania o Italia.
En teoría, Estados Unidos podría ocultar la carga con destino a Israel –aunque esto supondría un gran riesgo dadas las posibles repercusiones para su relación con España y, en general, con Europa–.
Recientemente, Sánchez tachó la actuación militar de Israel en Gaza de ‘genocidio’. Afirmó: «Lo que el primer ministro Netanyahu presentó en octubre de 2023 como una operación militar en respuesta a los horribles atentados terroristas ha terminado por convertirse en una nueva oleada de ocupaciones ilegales y un ataque injustificable contra la población civil palestina –un ataque que el relator especial de la ONU y la mayoría de expertos ya describen como un genocidio».
«Una cosa es proteger tu país y tu sociedad, pero bombardear hospitales y matar de hambre a niñas y niños inocentes es algo completamente distinto. Eso no es defenderse, ni siquiera es atacar. Es exterminar a un pueblo indefenso. Es quebrantar todas las normas del derecho humanitario».
Los críticos del presidente, como el líder de la oposición del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, consideran que Sánchez está utilizando la causa palestina para distraer de los problemas internos. Entre estos se incluyen las acusaciones de corrupción vertidas contra su esposa, su hermano y su antiguo hombre de confianza.
Según el Ministerio de Sanidad de la región, más de 66.000 palestinos han muerto a causa de la guerra en Gaza, que comenzó tras los atentados terroristas del 7 de octubre perpetrados por Hamás.