Las autoridades españolas levantaron este miércoles las medidas de confinamiento para miles de vecinos en la región noreste de Cataluña, mientras los bomberos comenzaban a controlar un incendio forestal que lleva arrasando tres días.
El fuego, que comenzó el lunes, ha quemado más de 3.300 hectáreas (8.154 acres) en la provincia de Tarragona, con el parque natural protegido Els Ports abarcando alrededor de un tercio del área afectada, según los agentes rurales catalanes.
La orden de quedarse en casa para unas 18.000 personas, decretada el martes, fue levantada excepto en el municipio de Pauls, donde los residentes podían salir pero no abandonar la localidad, anunció la autoridad de protección civil catalana en X.
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El servicio de incendios de Cataluña afirmó que había “estabilizado” las llamas pero seguía trabajando con unidades terrestres, helicópteros y aviones en varios focos activos, incluyendo acantilados y zonas de difícil acceso.
Los científicos afirman que el cambio climático provocado por el hombre está aumentando la intensidad, duración y frecuencia de las olas de calor extremo que alimentan los incendios forestales.
España sufrió recientemente una ola de calor que secó el terreno, mientras la agencia meteorológica nacional AEMET declaró que el pasado mes fue el junio más cálido registrado en el país.
Según el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales, alrededor de 500 incendios destruyeron 300.000 hectáreas en España en 2022, un récord en el continente.
Hasta ahora este año se han quemado unas 21.000 hectáreas.