España frena las restricciones de la UE a los visados turísticos rusos

España se ha unido a Grecia, Italia, Francia y Hungría en vetar los planes de la Unión Europea para imponer restricciones generalizadas a los visados turísticos para ciudadanos rusos.

La resistencia del bloque mediterráneo se produce en un momento en que Bruselas prepara nuevas directrices, previstas para diciembre, que recomendarían criterios más estrictos para la entrada de rusos en la UE. Esto sigue a años de presión por parte de los estados fronterizos con Rusia, incluidos Polonia, la República Checa, Finlandia y los estados bálticos.

Grecia encabezó la oposición por primera vez desde la invasión rusa de Ucrania en 2022, y sus funcionarios citaron el significativo impacto económico del turismo ruso.

Según los informes, los visitantes rusos en Grecia gastan una media de 1.300 euros al día, en comparación con solo 567 euros de otras nacionalidades.

Esta drástica diferencia en el gasto es producto del desplome en el número de turistas rusos desde que comenzó la guerra; aquellos que viajan suelen ser más adinerados.

Antes de 2015, los rusos gastaban alrededor de 900 euros durante sus visitas, mientras que el turista promedio gastaba unos 600 euros.

Chipre, donde el 10% de la población tiene pasaporte ruso, no se unió al veto, cosa notable, a pesar de sus fuertes vínculos con Moscú.

La UE derogó su acuerdo de facilitación de visados con Rusia en septiembre de 2022, lo que encareció y complicó las solicitudes para los ciudadanos rusos.

No obstante, los estados miembros individuales conservan el control sobre las decisiones de visados, lo que ha dado lugar a un mosaico de políticas diferentes en todo el bloque.

LEAR  Festival BeWell en Mallorca « Euro Weekly News

Las naciones de Europa del Este, como Polonia, la República Checa, Finlandia, Letonia, Estonia y Lituania, han impuesto restricciones casi totales a las solicitudes de visados rusos, mientras que los países mediterráneos han mantenido políticas más liberales.

Según datos de la Comisión Europea, más de medio millón de rusos recibieron visados Schengen en 2024.

Aunque esto representa un aumento significativo respecto a 2023, sigue estando muy por debajo de la cifra de más de 4 millones emitidos en 2019, antes de la guerra.

La resistencia de España y sus aliados mediterráneos se produce mientras la UE prepara su decimonoveno paquete de sanciones contra Rusia, que podría incluir una prohibición total de visados turísticos.

Las próximas directrices, separadas de las posibles sanciones, se centrarían en abordar los riesgos de seguridad y establecerían recomendaciones comunes en lugar de normas vinculantes.

La ministra de Asuntos Exteriores de Letonia, Baiba Braže, subrayó la necesidad de “un enfoque unificado y coherente en toda la UE” para tratar las solicitudes de visados rusos.

El ministro de Asuntos Exteriores checo, Jan Lipavský, ha llegado a proponer prohibir a los diplomáticos rusos viajar fuera de los países donde están destinados, argumentando que así se evitaría que Moscú facilitara “operaciones de sabotaje”.

La figura de la oposición rusa Yulia Navalnaya, viuda del difunto líder opositor Alexei Navalny, se pronunció en contra de la prohibición, instando a Bruselas a “establecer una clara distinción entre la responsabilidad del régimen y la de los rusos ordinarios”.