Una nueva y monumental cuestión podría estar frenando el progreso en las negociaciones para acordar un tratado post-Brexit para Gibraltar, según informes del Reino Unido.
Mientras el Ministro Principal Fabian Picardo y el ministro de Asuntos Exteriores español han estado asegurando a sus respectivas poblaciones que lo único que se interpone entre un acuerdo son meras “complicaciones técnicas”, el viceprimer ministro de Gibraltar adoptó un tono diferente.
Joseph García, quien ha acompañado a Picardo a Bruselas en muchas ocasiones para las negociaciones, insinuó que se ha iniciado un cambio de postura en su mensaje de Año Nuevo.
“Es perfectamente comprensible, cuando se enfrentan a incursiones, vetos y comportamientos inconsistentes en la frontera, que muchas personas tengan preocupaciones genuinas sobre lo que el futuro pueda traer,” escribió García.
“A menudo, todo lo que se necesita para bloquear el progreso es algo tan simple como que una de las partes dé un paso atrás en algo a lo que ya había accedido previamente.”
La última línea hizo que las lenguas se pusieran en marcha en ese momento, haciendo que los observadores se preguntaran a qué cuestión en las negociaciones se refería García.
Ahora, un nuevo informe en el periódico británico The Independent podría arrojar algo de luz sobre el asunto.
“Una fuente de la UE me dice que España está centrada en el aeropuerto, que afirma no está en territorio de Gibraltar según lo establecido en el Tratado de Utrecht,” escribe la periodista Sarah Sands.
“Si España reclama el aeropuerto, efectivamente aislaría a Gibraltar.”
España ha mantenido una reclamación de soberanía sobre el istmo en el que se encuentra el aeropuerto, argumentando que no estaba incluido en el territorio cedido a Gran Bretaña en el Tratado de Utrecht de 1713.
Sin embargo, la franja de tierra ha estado bajo control británico de facto desde que fue desarrollada en el siglo XIX, sirviendo ahora un papel vital para la infraestructura civil además de ser una base aérea de la RAF.
A pesar de ser una disputa territorial de larga data, la cuestión de la propiedad soberana real del aeropuerto y los territorios circundantes no ha surgido públicamente durante las negociaciones.
Cuando Picardo anunció en abril pasado que Gibraltar, el Reino Unido, España y la UE habían acordado todas las “líneas políticas generales” de un acuerdo, mencionó “aeropuerto, mercancías y movilidad”, lo que implicaba que no había desacuerdos en estos temas.
Si España ha decidido ahora que la soberanía del aeropuerto está en juego, podría explicar potencialmente el comentario de García “una de las partes dé un paso atrás en algo a lo que ya había accedido previamente.”
La transferencia del aeropuerto a manos españolas sería impensable tanto para Gibraltar como para el Reino Unido, mientras que las botas españolas operando en el territorio siempre ha sido una línea roja para el primero.