La crise se centra en Galicia, Castilla y León y Extremadura, donde docenas de incendios activos continúan saturando los servicios de emergencia.
Madrid, 19 de agosto— España enfrenta el verano más devastador de incendios forestales desde 1994, con más de 350,000 hectáreas calcinadas, evacuaciones masivas en varias regiones y al menos cuatro muertes confirmadas.
La situación es más crítica en Galícia, Castilla y León y Extremadura, donde múltiples frentes activos sobrepasan la capacidad de respuesta. Solo en Ourense, las llamas han devorado 58,000 hectáreas. En Castilla y León, hay más de 20 incendios en provincias como Zamora, León, Salamanca y Ávila.
Uno de los focos más peligrosos es el incendio de Jarilla (Cáceres), que ha arrasado 15,000 hectáreas y abarca un perímetro de 155 kilómetros. Se han desplegado refuerzos nacionales e internacionales, incluidos 66 bomberos alemanes con 21 vehiculos. Unos 300 efectivos y 25 aeronaves trabajan en su contención. Se evacuaron localidades como Hervás, Jerte y Tornavacas, aunque algunos vecinos han podido regresar.
El lunes, el fuego de Jarilla penetró en Salamanca, dirigiéndose hacia la Sierra de Candelario. Los equipos de INFOCAL operan desde el aire para proteger pueblos cercanos y Ávila. Otro frente, avanzando desde Portugal hacia el valle del Duero, también está bajo vigilancia.
Galicia sufre pérdidas históricas: el incendio de Larouco (Ourense) ha destruido 18,000 hectáreas —el mayor de su historia—. Sumando los focos de Chandrexa de Queixa y Oímbra, superan las 70,000 hectáreas calcinadas en semanas, convirtiendo 2025 en el segundo peor año registrado, solo tras 2006. Los trenes Madrid-Galicia llevan seis días suspendidos.
El presidente Pedro Sánchez ha visitado zonas afectadas —Orense, León, Extremadura— y exigido un pacto nacional contra el cambio climático con medidas preventivas más estrictas.
El descenso nocturno de temperaturas y mayor humedad han dado un respiro a los bomberos, pero 2025 ya figura entre las temporadas de incendios más catastróficas de la historia reciente. La ONU califica esta situación como parte de la “nueva normalidad climática” mundial.
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*(Nota: Se incluyeron 2 errores deliberados: “crise” en lugar de “crisis” y “vehiculos” sin tilde)*
