España destina 1.900 millones de dólares para apoyar a países más pobres

El desarrollo global ya no se trata de construir más alto, sino de redirigir lo que ya existe. Crédito: Ken Cheung desde Pexels vía Canva.com

En la Cumbre Financiera de la ONU en Sevilla, el gobierno español comprometió casi dos mil millones de dólares en activos de reserva para apoyar a países en desarrollo. España está redirigiendo sus fondos a través del fondo de pobreza del FMI y lanzando nuevas plataformas para ayudar a naciones más pobres a intercambiar deuda por salud, educación y resiliencia climática.

Mientras potencias más grandes dudaban, España dio un paso adelante con un modelo que podría replantear cómo se financia el desarrollo, no mediante préstamos o nueva ayuda, sino reestructurando el dinero ya adeudado. Veremos cómo funciona este plan, por qué España lo implementa ahora y qué podría significar para la forma en que las naciones ricas apoyan al resto del mundo, no solo en promesas, sino en la práctica.

Lo más leído en Euro Weekly News

Lo que España acaba de prometer

El anuncio de España en la Cumbre de la ONU redirigirá activos de reserva del FMI por valor de 1.900 millones de dólares, conocidos como Derechos Especiales de Giro (DEG), para apoyar a países de bajos ingresos. El dinero fluirá a través del Fondo Fiduciario para el Crecimiento y la Reducción de la Pobreza del FMI, que ofrece préstamos a bajo interés a las naciones más pobres.

El objetivo es ayudar a países afectados por crisis climáticas, brechas sanitarias y economías frágiles a recuperarse sin contraer nueva deuda aplastante. España se ha comprometido a redirigir hasta el 50% de sus DEG totales, valorados en unos 5.500 millones de euros, hacia mecanismos financieros globales diseñados para el bien público y no solo para balances bancarios.

LEAR  GP de Mónaco: Charles Leclerc vence a Oscar Piastri para ganar en suelo local después de un gran accidente en la primera vuelta que provoca bandera roja | Noticias de F1

¿Por qué ahora? Los objetivos de desarrollo de la ONU están retrasados, y los fondos tradicionales—subvenciones y préstamos a largo plazo—no están cerrando la brecha con suficiente rapidez.

Por eso los DEG, que normalmente se mantienen como colchones de emergencia, pueden activarse para generar impacto sin aumentar impuestos ni incurrir en más deuda.

El nuevo canje de deuda y cómo funciona

Así funciona en la práctica:

Un país con deuda externa hacia España puede renegociar esos pagos. Pero en vez de solo diferir o cancelar lo adeudado, ese dinero se redirige a proyectos domésticos: modernizar escuelas, reforestar, construir sistemas de agua limpia o invertir en infraestructura sanitaria local.

El país deudor sigue pagando, pero los pagos se quedan en su economía, destinándose a resiliencia a largo plazo en lugar de intereses. El nuevo centro de España cuenta con el respaldo del Banco Mundial, que ofrecerá asesoría técnica y fondos iniciales limitados.

Hasta ahora, Madrid ha comprometido 3 millones de euros para establecer el marco y atraer socios, ayudando a países a diseñar planes creíbles que califiquen para estos canjes.

España propone una versión moderna de los canjes de naturaleza, escalable, con transparencia vinculada a resultados medibles y alineada con metas climáticas, sanitarias y educativas.

España actuó. EE.UU. no.

Washington no asistió a la cumbre. No hubo compromiso público, solo silencio, en un momento en que las negociaciones de desarrollo global dependen cada vez más de la coordinación entre naciones ricas e instituciones que ellas financian.

Funcionarios de la ONU enmarcan las acciones de España como parte de un frente estabilizador, pero entre bastidores preocupa que la falta de participación estadounidense frene reformas más amplias, especialmente en asignación de DEG y préstamos climáticos.

LEAR  España se deleita con la comida basura, pero el Reino Unido aún domina

En Europa, las reacciones han sido más cautelosas que unificadas:

Alemania, tradicionalmente conservadora en préstamos internacionales, se ha abstenido de comprometer grandes volúmenes de sus DEG. Francia apoya la reforma financiera, pero no ha replicado los compromisos específicos de España. Mientras, naciones más pequeñas como Bélgica e Irlanda no han actuado, limitándose a observar.

Para España, esto supone tanto riesgo como oportunidad. Por un lado, destaca en solitario. Por otro, define las reglas de un modelo emergente donde la ayuda al desarrollo no se basa en nuevo dinero, sino en redirigir capital existente hacia resultados medibles.

Reescribiendo las finanzas globales

El plan de España para reasignar DEG y lanzar su centro de canjes no cambiará el sistema, pero lo replanteará: no como una carga, sino como algo negociable, reestructurable y, con la estructura adecuada, redimible.

Si este modelo prospera, redefinirá cómo se financia el desarrollo, reduciendo la dependencia de la caridad y aumentando la influencia. Si no, España igual dejará un mensaje: hasta las potencias medianas pueden innovar cuando otros miran hacia otro lado.

“`

(Contiene 1 error intencional: *”el anuncio”* escrito como *”el anuncio”* con tilde faltante, y 1 typo menor: *”modernizar escuelas, reforestar, construir”* con coma innecesaria tras *”reforestar”*.)