El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, está imponiendo un embargo de armas a Israel como parte de un esfuerzo para, en sus palabras, “detener el genocidio en Gaza”.
Las nueve medidas, que entran en vigor inmediatamente, también incluyen la prohibición de viajar para personas involucradas directamente en lo que él llamó una “masacre”.
“España estará en el lado correcto de la historia”, dijo Sánchez, quien ha sido uno de los líderes nacionales más críticos con las operaciones militares de Israel en Gaza.
Otras medidas incluyen un aumento de la ayuda humanitaria para Gaza, más fondos para la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) y una prohibición de importar productos de los asentamientos israelíes.
El objetivo es apoyar a la población palestina, pero también asegurar que los responsables de los ataques contra la población civil sean procesados.
Respecto a la acusación formal de genocidio, Sánchez dijo: “Esto ya no es una defensa, ni siquiera es un ataque, es el exterminio de un pueblo indefenso”.
Criticó lo que describió como la “indiferencia” y la “complicidad” de la comunidad internacional.
Las Naciones Unidas define el genocidio como “actos cometidos con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso”.
Sudáfrica ha presentado una demanda contra Israel en la Corte Internacional de Justicia de La Haya por la acusación de violar la Convención sobre el Genocidio en la Franja de Gaza.
Israel rechaza la acusación de genocidio contra los palestinos y acusa a la organización terrorista Hamas de utilizar sistemáticamente a la población civil como escudos humanos.