El Gobierno español calificó este martes los incendios forestales que han asolado el país como una de las peores catástrofes ambientales de los últimos años, al tiempo que aprobó medidas de auxilio para las zonas afectadas.
Los incendios que han irrumpido este mes en España han devastado más de 350.000 hectáreas, causado cuatro víctimas mortales y forzado el desplazamiento temporal de miles de personas.
“Es evidente que nos encontramos ante una de las mayores tragedias ambientales de los últimos tiempos,” declaró el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en una rueda de prensa tras el Consejo de Ministros.
El Ejecutivo declaró las áreas afectadas por los incendios como zona catastrófica, una medida que desbloquea ayudas directas, beneficios fiscales y otro tipo de asistencia para las comunidades damnificadas.
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Este martes, permanecían activos quince incendios de nivel dos, lo que supone una amenaza para la población y los bienes materiales.
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El principal partido de la oposición, el Popular (PP), ha acusado al Ejecutivo de Pedro Sánchez de demorar el apoyo a los gobiernos autonómicos, responsables de la gestión de catástrofes.
Las comunidades más castigadas —Castilla y León, Extremadura y Galicia, situadas al norte y el oeste— están gobernadas por el PP.
El líder de la formación, Alberto Núñez Feijóo, acusó el lunes al Gobierno de una deficiente planificación y propuso un plan de cincuenta puntos que incluía la creación de un registro nacional de incendiarios.
No obstante, Grande-Marlaska insistió en que se habían desplegado “todos los recursos estatales disponibles,” sumándose también la ayuda de brigadas extranjeras.
Acusó al PP de “emplear estos momentos tan difíciles para muchos en su propia agenda política.”
El ministro señaló que el Gobierno estudiaría las propuestas de la oposición, pero recalcó que los incendios intencionados solo representan una pequeña parte de los siniestros.
Los incendios se desataron en el transcurso de una ola de calor de dos semanas que elevó las temperaturas por encima de los 40°C.
Los científicos afirman que el cambio climático está provocando olas de calor más largas, intensas y frecuentes en todo el mundo, lo cual aviva los incendios forestales.
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