ESPAÑA está contemplando una importante revisión de su proceso de adquisición de licencias de conducir, tomando inspiración del modelo estadounidense.
Los cambios propuestos tienen como objetivo simplificar el sistema actual, potencialmente permitiendo a los individuos obtener una licencia sin la asistencia obligatoria de una autoescuela.
Actualmente, hay regiones en las que la espera para un examen de conducir se extiende hasta tres meses y los conductores en formación solo pueden tomar lecciones con instructores registrados.
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El proceso es tanto demorado como restrictivo en términos económicos, lo que afecta particularmente a los jóvenes aprendices.
El cambio propuesto permitiría a los aprendices practicar con instructores no profesionales.
La iniciativa refleja un esfuerzo más amplio para modernizar y hacer que el proceso de licenciamiento sea más accesible para los conductores jóvenes, pero solo es una propuesta y ha recibido críticas.
La Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) argumenta que la idea socava las leyes de seguridad vial de España y que podría llevar a tasas de fracaso más altas.