El gobierno de España ha decretado el confinamiento de toda la avícola del país para contener la propagación de la gripe aviar.
Esta decisión amplía las restricciones introducidas la semana pasada por el Ministerio de Agricultura, que ordenó mantener en el interior a las aves de corral en las zonas designadas de alto riesgo.
Alrededor de 1.200 municipios se habían visto afectados.
SE IMPONEN RESTRICCIONES AVÍCOLAS
Esta medida se produce tras un aumento de los brotes de gripe aviar en Europa, con 139 casos notificados desde julio, y 14 en España, la mitad de ellos en la región de Castilla y León.
“La medida se ha adoptado tras un mayor riesgo de entrada de la enfermedad en España durante la última semana”, declaró el Ministerio de Agricultura en un comunicado el jueves.
La gripe aviar es una enfermedad causada por el virus de la influenza A, que afecta principalmente a las aves, pero que en ocasiones puede afectar a mamíferos, incluidos los humanos.
Los humanos solo pueden infectarse tras un contacto estrecho y prolongado con aves infectadas, y los síntomas varían de leves a graves, incluyendo fiebre, diarrea y tos.
Dos trabajadores agrícolas en España contrajeron la gripe aviar en 2022.
Durante el último mes, el número de brotes de gripe aviar en aves de corral y silvestres en el centro y norte de Europa ha aumentado ‘significativamente’.
Se trata de países desde los cuales un gran número de aves migratorias se desplaza hacia España con la llegada inminente del invierno.
El ministerio considera que existe un ‘claro riesgo de contagio’ de las aves silvestres a las granjas donde la cría se realiza al aire libre.
La nueva orden se extiende a todas las explotaciones, incluidas las ecológicas y a pequeña escala, para evitar el contacto con aves migratorias que pudieran propagar el virus.
También prohíbe mantener patos y gansos con otras aves de corral, utilizar aguas superficiales no tratadas y celebrar ferias o exposiciones de aves.
La medida prohibe la cría y tenencia de aves de corral y otras aves cautivas al aire libre, aunque cuando esto no sea posible, las autoridades podrán autorizarlo bajo una serie de condiciones.
Cuando la granja no pueda ser confinada, se podrá permitir la colocación de mallas aviares o cualquier otro dispositivo que impida la entrada de aves silvestres.
Ello siempre que las aves de corral sean alimentadas en el interior de las instalaciones o en un refugio que impida a las aves silvestres acceder y tener contacto con el alimento o el agua destinados a la avícola.
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